Agencias | LA PRENSA de Lara.- El expresidente de Fedecámaras, Jorge Roig, señaló que a diferencia de ocasiones anteriores en las que el Ejecutivo ha ordenado medidas de control de precios contra la empresa privada, en esta oportunidad las negociaciones tienen un ambiente «relativamente cordial» en el que sí se están llegando a acuerdos, reseñó Contrapunto.
Destacó que el Estado, que ha condenado el dólar durante años, aceptó emplear la divisa para fijar los precios.
En entrevista para Unión Radio, señaló que «sí se llamó a la empresa. Tengo que reconocerlo, ha sido un ambiente relativamente cordial donde se han discutido los precios, se fijaron en dólares a la tasa referencial del BCV (Banco Central de Venezuela)».
También, advirtió que los acuerdos permitirán sobrevivir solo a algunos productores, pero afectarán a otros que no podrán sostener sus estructuras de costos, sin embargo, espera que se mantengan las negociaciones para corregir este aspecto.
«Algunos precios fueron discutidos y se hicieron acuerdos con los que algunos productores podrán vivir y otros no, espero que sean parte de la negociación», refirió.
Igualmente, indicó que esto se debe a que es imposible determinar una estructura de costos en Venezuela bajo las condiciones actuales, ya que, existe una gran cantidad de «costos ocultos» que debe considerar el empresario que en las fórmulas tradicionales no figuran.
Al respecto puntualizó que «la estructura de precios en Venezuela se perdió. La gasolina tiene que pagar $2 el litro, dónde entra eso en la ecuación, la inseguridad de que te roben o matraqueen en el camino. Hay una cantidad de costos ocultos que no permiten que el empresario tenga claridad al definir una estructura de costos».
Asimismo, reconoció que sí existen abusos dado el contexto actual, y que muchos comerciantes podrían intentar sacar provecho de la pandemia y las necesidades de la población para inflar sus precios.
Roig, criticó las intervenciones estatales sobre determinadas empresas. Recordó que los papeles han cambiado, ya que antes el sector privado dependía del Estado, pero ahora es este último que depende de la producción privada, pues perdió la capacidad para generar bienes y servicios, además de ingresos, por cuenta propia. «El Estado depende del sector privado porque lo produce todo, llámese renta, impuesto o remesas», aseveró.
Por otra parte, explicó que la Organización Internacional del Trabajo (OIT) estima que 81% de la masa laboral mundial es afectada debido a la pandemia, y que al menos 295 puestos serán perjudicados en 2020.
En tal sentido, alertó que en Venezuela no existe una política fiscal fiable, además no tiene ingresos para apoyar a la empresa privada.
A esto sumó la dificultad de no poder acceder a fondos internacionales, debido a la disputa política que afecta al país ante la comunidad internacional.
Fuente: Contrapunto
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