Redacción| LA PRENSA DE LARA.- Industrias de la frontera que desde la década de los años 80 fueron emblema de la productividad del eje San Antonio y Ureña hoy se encuentran cerradas, además de otras razones, por la carencia de materia prima.
Citando algunos casos, el ex presidente de la Cámara de Comercio de San Antonio y de Fedecámaras Táchira, José Rozo, mencionó a la empresa Invovex que fabricaba cilindros de gas; Segurit de Venezuela fabricante de cajas y bóvedas de seguridad bancarias, Sublin del ramo calzado, entre otras de distintos renglones que llevan años cerradas o apenas sobreviven.
La falta de materia prima ha sido y sigue siendo uno de los principales padecimientos que afecta a empresas de distintos ramos manufactureros del eje fronterizo. El problema se agudiza cuando es el estado venezolano el que suministra insumos como hierro, acero, aluminio, plástico, etc., para que sean convertidos productos y bienes.
La fabricante de cilindros de gas fue una de las primeras empresas del sector metalmecánico que se instaló en San Antonio en la década de los 80. Elaboraba cilindros de gas para el mercado nacional y un bajo porcentaje de la producción era exportado.
Tras la expropiación de las empresas productoras, distribuidoras y comercializadoras de gas durante el Gobierno de Hugo Chávez, las industrias que fabricaban cilindros también comenzaron a verse afectadas, porque el Gobierno, a través de las empresas básicas del estado como Sidor, fue mermando el suministro de láminas de hierro y acero que necesitaban para fabricar los cilindros.
Ese tipo de medidas, aunada a la política de control de cambio, fue asfixiando las empresas hasta que muchas cerraron, dejando sin empleo a un importante número de trabajadores. Se mantuvo operativa en San Antonio hasta los primeros años del 2000. Rozo dice que hoy no hay empresas que fabriquen bombonas de gas, a pesar de la necesidad que hay de estos elementos en el país.
También cerró Segurit
Otra de las empresas emblemáticas del sector metalmecánico que cerró en San Antonio, fue Segurit de Venezuela, la cual se dedicaba a la fabricación de cajas fuertes y bóvedas bancarias. Gran parte de los cajeros electrónicos de Venezuela fue elaborada por esta industria. También fue instalada en los años 80 y se mantuvo hasta comienzos de la primera década del 2000.
Las del sector metalmecánico eran empresas transformadoras de materia prima. Se crearon cuando la política del estado era procesar la materia prima, para dejar de exportar hierro en bruto, sino más bien productos manufacturados.
En Ureña también cerró una industria pionera del sector metalmecánico que fabricaba tambores para frenos, así como partes y piezas de vehículos. Con el cese de actividades, los propietarios de las empresas se fueron del país. Otras pequeñas empresas de fundición de aluminio y manufactureras de plástico, también desaparecieron, a causa de la política del Gobierno de negar la materia prima. Algunas se mantienen hoy día con una capacidad muy mermada, porque no dependían del suministro de materia prima del estado venezolana.
Símbolo de productividad
El ex dirigente gremial lamentó que empresas que fueron símbolo de la productividad, referencia de una marca hecha en frontera, con reconocimiento nacional e incluso internacional, como lo fue la industria de calzado Sublin, hoy estén cerradas, por causa de las políticas del estado.
Sostiene que algunos de esos empresarios que cerraron sus industrias y se fueron del país, han manifestado interés por volver a reactivarlas. Sin embargo, para ello es necesario un cambio en las políticas que el estado mantiene hacia el sector privado.
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