Maryerlin Villanueva | LA PRENSA DE LARA – Cerca de 2 mil venezolanos se encuentran represados en San Antonio, en el municipio Bolívar, ante la falta de recursos para poder pagar el paso por las trochas, a grupos irregulares que presuntamente piden 10 dólares para atravesar la línea fronteriza.& ;
En las últimas semanas, se ha evidenciado un incremento de ciudadanos que quieren cruzar hacia Colombia, en búsqueda de una mejor calidad de vida, producto de la crisis económica, política, y social del país.
Se estima que hasta 10 dólares, es el costo para poder pasar por los pasos ilegales, lo que mantiene frenada a muchas personas que no cuentan con este monto de dinero.
El presidente de FundaRedes, Javier Tarazona, recordó que los 250 caminos verdes con los que cuenta la región, son controlados por el ELN, y las FARC, quienes extorsionan a los venezolanos que retornan al país, y a aquellos que buscan salir.
«En lo que fue el mes de septiembre y en lo que va de octubre sigue creciendo de forma importante el número de personas que buscan huir» apuntó. Tarazona.
A ello se suma, las «matracas» en las diversas alcabalas «a los venezolanos para permitírsele el paso caminando, que desde Caracas y otras localidades del país, lo vienen haciendo» denunció el presidente de la ONG.
Ramón Rodríguez, director de comunicaciones de la ONG Empresarios e Industriales sin Fronteras, confirmó la presencia de más de 2 mil personas del lado venezolano, quienes al no contar con pesos o dólares, no pueden pagar a dichas organizaciones criminales para atravesar las trochas.
«Vemos un numeroso número de personas que no tienen dinero para pagar, que están sin comida y sin hidratación, y quienes esperan la apertura del frontera, para el próximo primero de noviembre» expresó.
& ;Estima que por estos pasos, a diario, cruzan alrededor de 500 ciudadanos, entre niños, jóvenes y adultos, «en estado de deshidratación y con hambre, por lo cual, se hace necesario implementar medidas de ambos Gobierno, al no haber un control sanitario que garantice el estado de salud de los hermanos venezolanos que emprenden esta travesía peligrosa» expresó Rodríguez.
Resaltó que producto de este flujo migratorio, se han realizado diversas actividades con los migrantes en La Parada, en el municipio de Villa del Rosario, entre ellas, entrega de mezcla para sopas, leche, agua potable, y medicamentos.
También, acompañó la entrega de almuerzos por parte de la Iglesia Cristiana para la Frontera, a mil connacionales en esta zona colombiana.
Migración atípica& ;
Francisco Sánchez Miembro del Centro de Estudios de Fronteras e Integración de la Universidad de Los Andes, señaló que aunque en Venezuela no hay una guerra, la «emergencia humanitaria compleja» ha obligado nuevamente a los ciudadanos a desplazarse a pesar de la llegada del Covid-19.
Detalló que muchas ciudadanos que regresaron al país, vivían del día a día en esas naciones, pero que producto del confinamiento mermaron sus actividades económicas.
Esto trajo como consecuencia, tomar como alternativa el regresar a sus estados de origen, pero ahora, con la reactivación del sector comercial y empresarial en otros países, deciden a volver y asentarse para tener una mejor calidad de vida.
Parece ser una «migración atípica» pero es una realidad que se está presentando y que el Gobierno nacional no está estableciendo medidas para mantener un control en este fenómeno.
«Aquí, muchos nos ven un sustento diario, un trato merecido, y al empezar a reabrir la economía colombiana, pues las personas buscan irse, y lo hacen como ahora, caminando» acotó.
Detalló que hasta la semana pasada, se calculaban alrededor de 500 connacionales caminando hacia el eje de frontera, y dicha cifra va en aumento.
Fuente informativa: La Prensa del Táchira.& ;