El Gobierno de Venezuela declaró como patrimonio cultural de la nación el ‘baile en candela’, tradicional del estado Yaracuy (oeste), en el que hombres y mujeres danzan sobre brasas ardientes como una forma de honrar a la deidad María Lionza, informó el ministro de Cultura, Ernesto Villegas, en un video difundido por el Canal Cultura.
«En reconocimiento a ese rasgo cultural, único de Venezuela, vamos a proceder a firmar el certificado de inscripción del ‘baile en candela’ del estado Yaracuy como parte del registro del Patrimonio Cultural de Venezuela», señaló el ministro.
De acuerdo al canal estatal Venezolana de Televisión (VTV), en esta celebración, que se lleva a cabo en la Montaña de Sorte del estado Yaracuy, participan «médiums» procedentes de toda Venezuela que, «poseídos por los espíritus de la corte indian», caminan sobre brasas.
«Los marialionceros afirman que el baile en candela purifica el cuerpo, los libera del odio y de la maldad, además de posibles maleficios», añadió el canal estatal.
Asimismo, dijo que los participantes alistan su «cuerpo y alma» meses antes de esta fecha para «desafiar las llamas».
En octubre de 2022 se generó una polémica en torno a la deidad, ya que la Universidad Central de Venezuela (UCV) denunció la «extracción» de una pieza de María Lionza, guardada desde 2005 en un almacén de la casa de estudios, mientras la Federación de Espiritismo anunció, casi al mismo tiempo, la llegada de la figura al Monumento Natural Cerro María Lionza.
El Instituto de Patrimonio Cultural exhortó entonces, mediante un boletín, a reubicarla «al pie del Monumento Natural María Lionza, en el estado Yaracuy», donde se organizó un despliegue, a modo de ritual, para recibir a «la reina».
El director del Consejo de Preservación y Desarrollo (Copred) de la UCV, Pablo Molina, explicó a EFE en ese momento que la universidad denunció «la extracción» y aseguró que «no hubo una solicitud de permiso» al alma máter, de cuyo inventario forma parte la pieza.
En respuesta, los autoproclamados protectores de la diosa dicen que la instalación de la escultura a los pies de la montaña donde le rinden culto no es otra cosa que «un llamado espiritual» atendido desde las altas instancias y que agradecen, particularmente, al diputado Nicolás Maduro Guerra, hijo del presidente Nicolás Maduro.
Fuente EFE