Ana Uzcátegui | LA PRENSA DE LARA.- Es considerado por las comunidades religiosas de Barquisimeto, estado Lara y de Guanare, estado Portuguesa, como un amigo cercano, trabajador, diligente y amable que siempre atiende a la feligresía con una sonrisa y una palabra de motivación. Monseñor Owaldo Enrique Araque Valero recibió la gracia del papa Francisco el 13 de mayo de ser designado obispo de la Diócesis de Guanare y el 1º de julio, tras su ordenación& ;tomó posesión en la Basílica Menor Santuario Nacional Nuestra Señora de Coromoto, luego de un trabajo de más de un cuarto de siglo como sacerdote y misionero.
A pocos días de la navidad, invita a los creyentes a vivir estas fechas colocando en el centro a Dios. «El mundo nos quiere vender la navidad como una cosa de puras luces, publicidad, fiesta y diversión, y no es eso, es la alegría auténtica y verdadera de ese Dios que se ha hecho presente y que nos ha dado el mejor regalo, a su hijo Jesús«, exclamó.
El 8 de diciembre, el Vaticano anunció que Araque debía asumir la Administración Apostólica de la Arquidiócesis de Barquisimeto, algo que lo llena de regocijo porque aunque será por un tiempo breve, volverá a estar cerca del pueblo larense para presidir los preparativos de la procesión 166 de la Divina Pastora.
El 2023 ha sido un año muy importante para usted monseñor, fue designado obispo de Guanare, ¿cómo ha sido esa experiencia?
Ha sido un año de bendiciones, porque una vez más la misericordia de la bondad de Dios se ha fijado en mi pequeñez. Y bueno, el Señor a través de la Iglesia me ha encomendado este oficio, esta misión de estar aquí en Guanare como obispo, en un lugar tan importante porque es donde está la Basílica de Nuestra Señora de Coromoto y donde aconteció aquella aparición de nuestra madre, la Santísima Virgen María hace 371 años.
Puede ampliar esta información en nuestra edición impresa de este viernes 22 de diciembre.