LA PRENSA DE LARA | EFE.- Israel bombardeó Gaza en represalia por nuevos disturbios en las protestas celebradas el sábado, 28 de agosto, en la valla de separación y por el lanzamiento de globos incendiarios desde la frontera.
«La aviación del Ejército atacó un edificio militar de Hamás usado para la fabricación de armas y entrenamientos, así como la entrada a un túnel terrorista adyacente a Jabalia», informó un portavoz militar en un comunicado.
Las llamadas «unidades de confusión nocturna» de Gaza organizaron este sábado nuevas protestas frente a la valla de separación con Israel -que mantiene el enclave bloqueado por tierra, mar y aire desde 2007- que, como las del sábado pasado, terminaron en violencia, con la quema de neumáticos y el uso de granadas de choque que emiten sonidos como los de un cohete para generar confusión.
También se lanzaron globos incendiarios que provocaron dos incendios menores en el sur de Israel.
«Ambos (los disturbios y el lanzamiento de globos) son ejemplos de cómo Hamás continúa empleado tácticas de terror y con civiles como objetivo», indicó el Ejército.
El Ministerio de Salud de Gaza indicó que 11 palestinos resultaron heridos en los enfrentamientos con las tropas israelíes en la frontera, tres por fuego real y ocho por balas de goma y granadas de choque.
Las «unidades de confusión nocturna» detrás de los disturbios fronterizos no están formalmente vinculadas a Hamás, aunque se entiende que sus actividades se llevan a cabo con el conocimiento del grupo -que gobierna de facto el enclave desde 2007-, por lo que Israel le responsabiliza de todos estos incidentes que considera «actos terroristas».
«El Ejército israelí continuará respondiendo enérgicamente contra los intentos terroristas de Hamas», subrayó el portavoz militar.
Un niño gazatí de 12 años murió esta mañana a consecuencia de las heridas por disparos del Ejército israelí en una protesta semejante el sábado de la semana pasada, que fueron las más violentas en torno a la valla fronteriza desde las «marchas de retorno» de 2019.
El niño, identificado como Hasan Abu Al Nil, eleva a dos las víctimas mortales de aquella jornada, tras el fallecimiento el miércoles de Osama Id’eih, de 32 años y que también había sido gravemente herido por disparos israelíes, que causaron además 40 heridos.