Agencias | LA PRENSA DE LARA – El papa Francisco comenzó este viernes su viaje de tres días a Irak, uno de los más difíciles y arriesgados por la pandemia y los últimos misiles lanzados contra bases de las fuerzas de la coalición internacional, pero con la determinada intención de llevar su cercanía a la comunidad cristiana en el país, brutalmente perseguida por los terroristas del Estado Islámico (ISIS, por sus siglas en inglés).
El vuelo de la compañía Alitalia despegó a las 7:44 hora local (6:44 GMT) del aeropuerto romano de Fiumicino y, tras recorrer 2.947 kilómetros, aterrizó en el aeropuerto de Bagdad a las 14:01 hora local (11:01 GMT).
De la delegación vaticana forman parte, además del secretario de Estado, el cardenal Pietro Parolin, el prefecto de la congregación para las Iglesias Orientales, el cardenal argentino Leonardo Sandri, y el cardenal español Miguel Ángel Ayuso, a la cabeza del Pontifico Consejo para el Dialogo religioso, entre otros.
También el cardenal Fernando Filoni, quien fue nuncio en Bagdad desde 2001 a 2006 y que ayudará al Papa después de que el actual embajador, Metja Leskovar, contrajera el coronavirus y haya tenido que guardar cuarentena.
En el vuelo viajaron con el papa 75 periodistas, entre ellos fotógrafos y operadores de cámara. Todos los que acompañan en este viaje al pontífice han sido vacunados para evitar contagios.
A su llegada al aeropuerto de Bagdad, esperó al Papa el primer ministro iraquí, Mustafa al Kazemi, y niños con trajes tradicionales le ofrecieron flores.
EFE