Osman Rojas D.- LA PRENSA de Lara-. Dos chupetas y un tostón es lo que se compra con una semana de sueldo mínimo en Venezuela. El pasado mes de mayo el Gobierno nacional anunció que el sueldo mínimo de los venezolanos era de 40 mil bolívares lo que significa que, semanalmente, las personas ingresan 5 mil bolívares cantidad insuficiente para poder comprar una harina, un kilo de arroz o medio kilo de pasta.
«Con 5 mil bolívares no se compra nada. Habrá que cazar a las personas que venden chupetas en un ruta y comprar tres para pasar la semana», decía indignado el señor Omar León, docente jubilado que vende películas y CD en el centro de la ciudad, pues asegura que si se queda con lo que devenga de la pensión no come ni una semana.
La depreciación del bolívar es tan alta que en las calles cuesta encontrar algo con un valor equivalente a una semana de trabajo. Ni siquiera los buhoneros, famosos por sus ofertas, venden algo por debajo de los 5 mil bolívares, pues hasta el papelón cuesta 5 mil 500 bolívares en la mayoría de puestos ambulantes.
«La inflación se comió los sueldos y salarios. Es increíble ver cómo una persona con 40 horas de trabajo en la semana no puede comprarse ni siquiera una harina. Deprime ver lo que está pasando», comentaba Cecilia Peña al hablar sobre el costo de la vida y de lo que se puede comprar con 5 mil bolívares. «Eso es el pasaje de dos días en Venezuela. Ni para pagar el ruta nos alcanza la semana de trabajo«, decía.
El poder adquisitivo del sueldo de una semana va a depender mucho de la forma en cómo se tenga el dinero, pues si es en efectivo las personas rinden un poquito más la plata, pero en punto o transferencia los 5 mil bolívares se pueden ir en dos kilos de cambur. «La gran pregunta aquí es cómo hacemos para comer?«, cuestionaba Peña.