María B. Jordán | LA PRENSA de Lara.- Libros y enciclopedias usadas son las que salvarán a más de uno en este próximo año escolar, según lo manifiestan los vendedores de estos textos.
A pesar que aún falta para que los muchachos regresen a las aulas de clases, desde ya los padres están en búsqueda de lo más económico, cuando se trata de textos para sus hijos.
Los pequeños kioscos de la plaza La Moneda están llenos de textos escolares. Hay quienes guardaron sus novelas y demás libros para vender los de primaria y secundaria, para levantar las ventas, sin embargo algunos dicen que las ventas están bastantes flojas.
Una enciclopedia nueva puede llegar a costar hasta Bs. 140 mil bolívares, mientras que los usados los pueden conseguir a la mitad e incluso hay quienes hacen trueques. «Hay personas que vienen aquí con una enciclopedia de un grado y uno se la cambia por otro«, soltó Gonzalo Amador, vendedor.
Los más económicos son los textos de lecturas. El tradicional Mi Jardín se puede conseguir en Bs. 25 mil nuevo, mientras que el Pasito a Pasito en Bs. 40 mil. Los vendedores aseguran que estos son los que la gente más lleva, pues los de bachillerato casi no salen porque los estudiantes los pueden conseguir por internet.
Amador comentó que la situación está tan ruda para los padre, que un señor le pidió un libro de caligrafía usado; «me dijo que no importaba, que él le borraba todo para que su hija lo volviera a usar», asegurando que fue un encargo y ahí lo tiene para ser entregado. «Yo le pido 50 mil bolívares, porque nuevo sale en 120 mil«.
Usvaldo Dorante, vendelibros, aseguró que los que tienen el poder adquisitivo para comprar un libro o una enciclopedia son los chamos de colegios, «porque un representante que gane sueldo mínimo no tiene para comprar ni un libro nuevo ni uno viejo».
Lo libreros aseguraron que muchos van sólo a preguntar el precio, pero pocos los llevan porque se quedan asombrados. «A veces uno hace promociones con los libros viejos, todo depende de la disponibilidad del clientes para que los dos estemos felices», dijo Dorante, pero los nuevos no le pueden bajar el precio para no tener pérdidas; «casi ni se le gana nada».