Lorena Rojas | LA PRENSA DE LARA.- En un constante desgaste físico y mental es como tienen que vivir los habitantes de municipios como Urdaneta, Simón Planas, Palavecino, Morán, Andrés Eloy Blanco y Jiménez al intentar cubrir sus necesidades básicas, debido a la falta de regularidad de los servicios públicos.
Siendo la escasez de agua potable, las fallas en las telecomunicaciones y la vialidad en malas condiciones los problemas que más los aquejan, habitantes aseguran que cada vez la situación es más crítica, por lo que sus rutinas constantemente están cambiando para adaptarse a la triste realidad sin servicios.
Detallan que hay sectores donde reportan hasta 15 días sin agua potable, mientras que hay otros donde tienen meses sin que les llegue una gota por las tuberías y la única manera de poder resolver es comprándola a cisterneros o buscando en pozos, como es el caso de los habitantes de Buría, en el municipio Simón Planas.
Ericka Camacho, dirigente en el municipio, comenta que sólo a algunas zonas del municipio llega el servicio y que son muchos los caseríos que deben ingeniárselas para poder conseguir el agua.
«El servicio de agua potable es muy carente, las tres parroquias se ven afectadas, pero sobre todo en Buría porque la mayoría de los habitantes no tienen bomba, y los caseríos son los más afectados porque no tienen agua por tubería», dice.
Asimismo ocurre en el municipio Jiménez, donde las tomas clandestinas se han vuelto un dolor de cabeza para diferentes comunidades, entre ellas el caserío Quebrada Seca.
«Hay muchas tomas clandestinas, el agua llega al caserío cada 15 días o hasta más, pero con tan poca presión que muchas veces no nos llega a todos, además que los tanques los tenemos que llenar a fuerza de ollas porque la presión no es suficiente para que se llenen, ni siquiera usando mangueras», aseguró Dismary Torres, habitante del municipio.
Las averías han sido otro de los problemas a los que se han tenido que enfrentar en los municipios, actualmente en Andrés Eloy Blanco la tubería que se encuentra en el dique de Monte Carmelo se deslizó y separó, por lo que estaría provocando que el agua no llegue al pueblo de Sanare.
Las telecomunicaciones también son un dolor de cabeza para los habitantes de los municipios, ya que en su mayoría sólo tienen disponible la señ;al de algunas operadoras y cuando se quedan sin electricidad quedan completamente incomunicados.
José García, de Urdaneta, as