María B. Jordán | LA PRENSA DE LARA.- El párkinson no duele, pero algunas personas que lo padecen lo catalogan como una tortura, tomando en cuenta que por ser un trastorno del sistema nervioso central no sólo afecta a nivel físico, sino también psicológico. Además, se le une el desamparo que hay por parte del Estado venezolano en brindarle medicamentos de manera constante.
Ramón Hernández, quien es psiquiatra, detalló que el párkinson se trata de un daño a las células nerviosas del cerebro y provoca una disminución en los niveles de dopamina, es decir, que no se equilibra el movimiento del cuerpo humano y hay alteraciones neurotransmisoras. Explicó que en su mayoría son personas de la tercera edad las que padecen de párkinson, pero hay casos puntuales en adultos que son considerados jóvenes que con sólo 35 años ya son diagnosticados.
«Y mientras más temprano se detecte, su condición de vida mejora», dijo el doctor, pues detalló que por ser una enfermedad que no tiene cura debe ser tratada para que el paciente tenga calidad de vida, asegurando que no sólo se trata de tomar levodopa-carbidopa, sino de una buena alimentación y tranquilidad. Esta enfermedad produce trastornos motores y no motores, es decir, que en ocasiones tienen movimientos involuntarios de las extremidades y hay casos que presentan rigidez.
El especialista detalló que el párkinson también afecta el caminar y hasta puede limitar el habla, pero más allá de eso «también crea trastornos mentales y emocionales», producto del mismo tratamiento, por lo que viven con estrés, ansiedad y hasta depresión, por eso hace hincapié en el apoyo que necesitan tanto familiar como del Estado para poder llevar una mejor vida y el paciente no empeore con rapidez.
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