Ágatha Reyes | LA PRENSA.- Panaderías quedan fallas en producción, pues la materia prima no les rinde ni para el pan diario, mucho menos para el postre. En una lucha constante se encuentran panaderos de Lara, que a diario deben enfrentar la escasez de harina de trigo, azúcar, el alto costo de la manteca y levadura, ingredientes básicos para mantener a flote sus negocios.
Desde diciembre de 2017 no reciben ni un saco de harina de trigo por parte del Gobierno nacional y les ha tocado recurrir a los “bachaqueros” para intentar satisfacer a los consumidores. Sin embargo en la lista de producción diaria van desapareciendo las tortas, pasta seca, suspiros y ponquesitos que en años anteriores no faltaban para enganchar al cliente.
Félix Gutiérrez, encargado de la panadería Cristal, en la avenida vargas, comenta con tristeza cómo han disminuido las ventas, pues a diario deben hacer “milagros” con un solo saco de harina de 45 kilos o en casos extremos medio saco, cuando lo cotidiano era utilizar al menos 5 sacos.
“Hemos bajado en producción, hay que adaptarnos y preparar sólo lo básico”, precisó, al tiempo que dijo que actualmente recurren a la compra de “mezclas prehechas” para poder venderle al público cachitos y pasteles.
Caso similar ocurre en la panadería Dulce Keit, ubicada en la avenida Carabobo, donde el encargado Pedro De Sousa, relata que al no existir una distribución constante del gobierno para las panaderías, les ha tocado comprar harina de trigo molida con la concha, que dice es más económica.
El saco de harina (bachaqueado) de 45 kilos lo compran a Bs. 3 millones 500, mientras que el saco de harina con concha de 25 kilos sale en 900 mil bolívares, “esta es incluso más saludable, lo único es que no funciona para postres y el pan no es el tradicional”, dijo De Sousa.
Ambos panaderos coinciden en que deben trabajar por el diario ante la falta de materia prima obviando productos que eran impelables en las vitrinas.
Un dolor más
Comprar levadura es otro dolor de cabeza, pues los panaderos deben hacer largas colas en Pandock, distribuidora de productos de panaderías, para comprar sólo 10 bolsas de 500 gramos semanales.
Marilym Palacios, encargada de la panadería Bella Madonna, relata que hasta de madrugada deben ir los empleados para garantizar la compra del producto.