Osman Rojas | LA PRENSA.- El calvario de los pacientes trasplantados continúa. Por tercera vez en lo que va de año, los inmunosupresores (medicamentos que se utilizan para que el enfermo no rechace el riñón) se retrasaron dejando a 400 personas expuestas. Jackeline Pérez, presidenta de la Asociación Venezolana para el Deporte y la Salud de los Trasplantados y en Situación de Trasplante (Avedestras), denunció que en todo el mes de abril los pacientes no han recibido sus medicamentos por parte del Seguro Social.
“La situación, lejos de mejorar se hace insostenible con el pasar de los días. No es posible que nosotros estemos viviendo mes a mes un calvario, no es posible que cada vez que vayamos al seguro nos den una excusa diferente. Esto es una falta de respeto”, dijo Pérez.
La representante de Avedestras confesó que esto no es nuevo. Desde mediados del año 2015 las personas trasplantadas entraron en franca lucha con las autoridades nacionales para conseguir una regular distribución en cuanto a los medicamentos de alto costo.
“Hemos tenido reuniones con ministros, autoridades de salud a nivel regional y nacional, pero nadie nos hace caso. No entendemos bien qué es lo que pasa, pero hay una crisis humanitaria que no se puede negar. Para este jueves representantes de la fundación Amigos del Paciente Trasplantado tendrán una reunión con la embajada canadiense para buscar una salida y encontrar ayuda humanitaria”, dijo Pérez.
Penden de un hilo
Si los pacientes trasplantados viven un drama para cumplir con sus tratamientos los enfermos renales no se quedan atrás.
Las siete áreas de diálisis en el estado están contra las cuerdas por la falta de insumos y medicamentos básicos, como el calcio o el hierro también escasean para estos enfermos.
Las condiciones en las que se encuentran los pacientes renales son tan inhumanas que el mes pasado se registraron cinco muertes en una semana en el estado Lara.