Ana Uzcátegui | LA PRENSA DE LARA.- El director de la firma Ecoanalítica, Asdrúbal Oliveros, informó que actualmente hay 4.825 millones de dólares en efectivo circulantes en la economía venezolana, superando con creces la cantidad de bolívares en manos del público, que en total son el equivalente a 1.279 millones de dólares. «Hay cuatro veces más dólares que bolívares«, exclamó en una conferencia desarrollada en la Cámara de Industriales del estado Lara ayer jueves.
Afirmó que a pesar de que la divisa norteamericana circula de facto y no por un decreto legal en el país es la que desde 2019 domina los precios de los productos. Actualmente, 53% de las transacciones en Venezuela se hacen en divisas, y hasta en el sector privado el 70% de los salarios se paga en dólares, o en bolívares indexados al tipo de cambio. Apuntó que en la banca venezolana hay un total de 1.200 millones de dólares depositados en cuentas de moneda extranjera.
Las ciudades más dolarizadas son: San Cristóbal, donde el 90% de las transacciones se realizan en dólares, Caracas, Porlamar y Lechería.
La dolarización desordenada es uno de los factores que permitió a los empresarios el año pasado aumentar su producción incidiendo en que el crecimiento económico se ubicara en 15%, porque con una moneda dura frente a la inflación, las empresas han podido planificarse mejor, ajustar su estructura de costo, adquirir inventario sin temor a que se devalúen los precios y hasta proveedores pudieron activar el crédito comercial.
El problema que están registrando industriales ahora es que el Banco Central de Venezuela (BCV) desde que activó las mesas de cambio en 2019, ha tenido la política de intentar anclar el precio del tipo de cambio, mientras la inflación sigue aumentando. En las últimas semanas, el precio del dólar oficial ronda los 30 bolívares por dólar, pero todo lo demás sigue encareciéndose. Un dolar relativamente «barato» estimula las importaciones de productos terminados que golpean la producción nacional.
Al país han venido ingresando productos que no pagan aranceles de importación ni IVA, producidos en naciones donde no hay inflación, existe el crédito bancario y no hay fallas en los servicios públicos que terminan siendo en precio y calidad más competitivos que los productos nacionales.
Frenazo este año
Oliveros informó que durante el primer semestre de 2023 la economía se contrajo 4%, en comparación con el mismo período de 2022. Señaló que hay tres razones que están detrás de esa caída: la primera es que hay una mayor inflación. Según el BCV, la inflación anual se ubica en 404%, mientras que en el primer semestre de 2022 era de 150%.
En segundo lugar ha caído el poder adquisitivo de los venezolanos, porque el Gobierno decidió no aumentar los salarios en el sector público que afecta a más de nueve millones de personas. Eso ha generado una contracción del consumo que incide en la caída de las ventas en el sector privado, razón por la cual no ha podido tampoco aumentarse los salarios. «Hoy Venezuela tiene un problema de demanda, poca capacidad de consumo, ese es un tremendo desafío para las empresas que ahora tienen que preocuparse por controlar los gastos. En momentos de contracción de consumo es aquel que pueda ofrecer productos de calidad a bajo precio los que sobreviven«, expresó Oliveros.
El tercer factor que está influyendo es que el crecimiento moderado que se dio en el año es concentrado, es decir, no están creciendo todos los sectores ni todos los estados ni ha sido igual para todos los habitantes. «Más de la mitad del consumo lo tiene el 8% de la población. Es una estructura muy desigual. El consumo está muy concentrado en sectores. Las regiones como Caracas concentran la mayor parte del crecimiento económico. No es igual el consumo en Caracas que en Yaracuy, Tucupita, Cumaná o Barquisimeto», añadió.
Los sectores que más están creciendo son: alimentos, productos de cuidado personal, salud, transporte público y tecnología.
Perspectivas
Las proyecciones económicas es que al finalizar el año 2023 la economía crezca 3,4%. «Para el segundo semestre de este año esperamos unos cambios, mayor flujo de ingresos del Estado por el mayor control en términos de la industria petrolera. El segundo semestre del año pasado hubo una caída muy fuerte del ingreso petrolero y eso provocó una desaceleración importante de la economía. Este año estimamos que pueda haber una mejora. Eso va a repercutir un poco en la capacidad de gastar del Estado, va a tener impacto en el consumo, en las ventas», resaltó.
El crecimiento del sector petrolero puede rondar el 5% por el efecto de los acuerdos entre Estados Unidos y el Gobierno para que la petrolera Chevron opere en Venezuela. En enero su producción era 50 mil barriles diarios, actualmente extraen y comercializan 140 mil barriles por día y se espera que en diciembre aumenten a 180 mil barriles. «Estos siguen siendo números muy discretos para lo que el país necesita. El sector petrolero tiene que crecer mucho más para que eso se sienta en toda la dinámica de la economía, pero eso dependerá de los acuerdos políticos que se den para que empiecen a flexibilizar las sanciones«, añadió Asdrúbal Oliveros.
Oliveros indicó que este año los precios en dólares han aumentado 30%, eso representa una caída de 26 puntos en comparación con el año pasado, cuando se incrementaron 56%.