Ágatha Reyes | LA PRENSA.- Según Luis Reyes Reyes, presidente de Corpolara, la acción de la Guardia Nacional Bolivariana durante la madrugada del miércoles en la urbanización Sucre, respondía al cumplimiento de sus labores.
Reyes Reyes afirma que la Guardia actuó conforme a lo requería la situación, porque estaban siendo atacados por aproximadamente 30 personas que presuntamente les lanzaban piedras, bombas molotov y otros objetos. “No hicieron más que defenderse y dispersar a manifestantes”, dijo.
Asegura que residentes de la urbanización tenían conocimiento que en el centro de los tres edificios se reunían los que calificó de “terroristas”, para armar las bombas molotov. “Allí a la vista de todos los habitantes están trabajando, si yo fuera vecino de allí les pondría un alto”, destacó al tiempo que recordó a los residentes de la Sucre que ellos debían poner un alto a la acción de quienes saldrían a protestar para evitar inconvenientes cuando la GNB entrara en acción.
Reyes asegura que la GNB no violentó la propiedad privada porque entraron para restablecer el orden interno, y que la agresión que recibieron fue de personas que se encontraban en la parte alta de los edificios. “Un guardia salió con la cara quemada y eso no lo dice el gobernador”, sentenció.
Aseguró que desde el consejo de paz el cual considera que es “un show” creado por la gobernación, no se dan reportes de los daños que han recibido oficiales de las fuerzas de seguridad del estado, por la única razón que desde la oposición se busca hacer ver al país como si estuviese “encendido por los cuatro costados”, algo que a su juicio no está sucediendo porque tienen canalizados los focos de violencia que “son en la urbanización Sucre y en Palavecino”.
Asegura que luego de la jornada de violencia hubo 31 detenidos que días antes habían sido identificados por la seguridad de inteligencia y por señalamientos de habitantes del mismo sector.
“Lo que sucedió es una cadena de eventos y no un hecho aislado”, dijo refiriéndose a que los guardias no fueron a atacar a la población, sino que la acción fue motivada por la defensa de las instalaciones tanto públicas como privadas cercanas a la urbanización. Menciona que la acción agresiva tenía varios días generándose por lo que no podían permitir más “zozobra por los grupos terroristas y vandálicos que allí tienen su centro de operación ”.