Redacción | LA PRENSA DE LARA.- Monseñor Víctor Hugo Basabe, administrador apostólico de Barquisimeto publicó una nueva programación de cómo será la celebración de la semana santa, tras el anuncio de cuarentena radical para la semana mayor.
1.- VIERNES DE CONCILIO O VIERNES DE DOLORES
Por ser el último viernes de la Cuaresma y ante el recrudecimiento de la Pandemia del COVID19 reitero la invitación a todos, teniendo muy en cuenta las condiciones de salud particulares de cada uno a realizar un mediodía de ayuno y oración por la conversión de los pecadores, la propia conversión y por el cese de la pandemia del coronavirus en el mundo y particularmente en Venezuela.
Conclúyase el septenario a Nuestra Señora de los Dolores por las intenciones ya propuestas, celébrese la Eucaristía sin presencia de fieles y expóngase desde la mañana en las puertas del templo la imagen de la Virgen Dolorosa si la misma se posee y cuidando las medidas de bioseguridad y distanciamiento.
2.- DOMINGO DE RAMOS O DOMINGO DE LA PASION DEL SEÑOR
Como ya lo hicimos el año pasado y ante la nueva imposibilidad de celebrar públicamente el domingo de ramos. En aquellos lugares en los que sea posible la transmisión de la Eucaristía por la radio u otro medio, los sacerdotes impartan la bendición de los ramos usando la forma sencilla que prescriben los libros litúrgicos.
Los fieles, en sus hogares, provéanse de palmas u otro ramo apropiado que tengan en sus hogares y reúnanse en familia para la escucha de la Eucaristía. Al final de la Misa, impartida la bendición final por el sacerdote coloquen junto al altar que han preparado, los ramos bendecidos.
En las comunidades donde los templos estén provistos de altavoces o sonidos con cierta potencia, los sacerdotes hagan saber al pueblo la hora de celebración de la Eucaristía para que los fieles puedan seguirla desde sus casas y recibir en ella la bendición de los ramos que los mismos fieles se proveerán.
Mantengo la invitación a los fieles para que en sus hogares, coloquen en señal de adhesión y participación en el misterio del Señor, ramos o palmas junto a la bandera de Venezuela a la entrada de sus residencias.
3.- LUNES SANTO
Iniciado el domingo de ramos el camino de meditación de la Pasión del Señor hoy la devoción popular contempla a Jesús atado a la columna. En los templos donde exista esta imagen, colóquesela en la puerta principal de los mismos. Celébrese la Eucaristía a puerta cerrada y sin presencia de fieles. Transmítase por los medios y redes de comunicación donde esto sea posible o haciendo uso de los altavoces del templo para que quienes están cerca y no puedan ingresar al templo puedan participar desde sus hogares.
Re propongo a los fieles en familia, en horas de la noche reunirse y rezar el Santo Rosario teniendo como intención la salud de sus propios miembros.
4.- MARTES SANTO
La Misa Crismal que teníamos previsto celebrar este día en horas de la mañana en la Catedral Metropolitana se pospone para una fecha a convenir entre la primera y segunda semana de Pascua.
Este día, la religiosidad de nuestro pueblo se centra en la contemplación del Cristo de la Humildad y Paciencia. En las iglesias que posean esta imagen, expóngase a la veneración de los fieles. Celébrese la Eucaristía sin presencia de fieles y al interno del templo encomendando a todos los que padecen en sus hogares y en los centros de salud públicos y privados por el contagio de Covid19.
En familia, en horas de la noche, recemos el santo Rosario por el fin de la Pandemia y por la salud de todos los que padecen a causa de ella
5.- MIERCOLES SANTO
En este día, nuestro pueblo venezolano expresa su profunda devoción a Jesús cargando con la Cruz (Nazareno). Colóquese dicha imagen en la puerta del Templo y celébrese la Eucaristía, sin presencia de fieles ofreciéndola por tantos hermanos nuestros que se han visto en la necesidad de migrar. Donde sea posible, transmítase a través de los medios de comunicación de los que se disponga la Eucaristía y úsense los altavoces y equipos de sonido de las parroquias. En esta ocasión como de costumbre se puede meditar el santo Viacrucis.
Por la tarde, en horas de la noche, en familia, es buena ocasión para ofrecer el santo Rosario por tantos hermanos nuestros que se han visto forzados a emigrar en búsqueda de mejores condiciones de vida o a causa de persecución política.
6.- JUEVES SANTO
Este día en el que recordamos la institución de la Eucaristía y el sacramento del Orden Sacerdotal (por eso se celebra el día del sacerdote), por la tarde, la Iglesia universal celebra la Misa de la Cena del Señor con la que se da inicio al Santo Triduo de la Pascua. Este año de nuevo se omite el gesto del lavatorio de los pies al interno de la Misa.
Teniendo nuevamente que celebrar la Eucaristía sin presencia de fieles reitero la invitación a todo el clero Arquidiocesano para que, al igual que el año pasado, nos unamos en gesto de comunión y a las 5 de la tarde celebremos cada uno en el lugar que le corresponde pero todos al mismo tiempo la Eucaristía.
Ofrezcámosla por la santificación del clero y por el aumento, fidelidad y perseverancia de las vocaciones sacerdotales en nuestra Iglesia particular, por nuestro pueblo para que sepa siempre encontrar a Jesús en la Eucaristía.
Como lo prevé el ritual, se suenen las campanas durante la entonación del Gloria y donde las circunstancias lo permitan trátese de que esta Misa se transmita por los medios de comunicación de los que se disponga e invítese a los fieles a seguirla desde sus hogares y en familia en torno al altar que han preparado.
Al finalizar la Misa resérvese el Santísimo Sacramento. Lamentablemente este año por las nuevas circunstancias se suspende la elaboración de monumentos y los turnos de adoración ante el Santísimo.
Al finalizar la Eucaristía, desnúdense los altares como lo manda el ritual y cúbranse las imágenes también de acuerdo a lo previsto en los libros litúrgicos.
Propongo a todas las familias este día, reunirse en torno al altar preparado y leyendo el Evangelio del lavatorio de los pies (Jn 13, 1-15) que se proclama en la Misa de esta tarde, lavárselos en familia, como un gesto de reconciliación ante los posibles disensos e implorando a Dios el inicio de mejores tiempos en familia marcados por la disposición al servicio y la ayuda mutuos. Luego rezar el santo Rosario por la santificación de todos los sacerdotes y por la paz de los hogares.
7.- VIERNES SANTO
Este día lo dedica la Iglesia a contemplar la pasión del Señor y a adorar a Jesús crucificado. También se da inicio al rezo de la Coronilla y la Novena a Jesús de la Misericordia. En horas de la mañana y hasta el mediodía, expóngase el Santísimo Sacramento a las puertas de los templos a fin que el pueblo, guardando las debidas medidas de bioseguridad y distanciamiento pueda acercarse y tener un rato de oración ante el Señor sacramentado.
Después, en recuerdo de la Pasión del Señor que se conmemora en este día, colóquese la imagen de Jesús crucificado en la puerta del templo con las previsiones ya indicadas.
Por la tarde, a las tres (3:00 p.m.) iníciese el rezo de la Coronilla y Novena a Jesús de la Misericordia pidiendo el fin de la pandemia que ahora golpea a la humanidad. Por los médicos y todo el personal de salud que están luchando contra la misma y en sufragio de las almas de las personas que han fallecido a causa del Covid19.
Terminado el ejercicio de piedad anterior, el sacerdote celebre la Liturgia de la Pasión del Señor, sin presencia de fieles y recordando en la oración universal la oración especial por las personas afectadas por el coronavirus propuesta por la Congregación para el Culto Divino y los Sacramentos.
Hágase todo lo posible porque esta liturgia sea transmitida a través de los medios de comunicación que se disponga. Invito a las familias a que en torno a las siete de la noche (7:00 p.m.) mediten unidos el Santo Viacrucis aplicándolo por todas las familias que han sufrido la pérdida de alguno de sus miembros a causa del coronavirus.
8.- SABADO SANTO Y VIGILIA DE PASCUA
El sábado santo es el día en el que la Iglesia se sume en el silencio a la espera del anuncio gozoso de la Resurrección del Señor. En la mañana de este día, los templos que poseen la imagen de Jesús yacente, tal como lo han hecho en días anteriores, colóquenla a las puertas del templo junto a la imagen de la Dolorosa hasta el mediodía.
A las tres de la tarde (3:00 p.m.), hágase el segundo día de la Coronilla y Novena de Jesús de la Misericordia. Búsquese la forma de transmitir este acto piadoso por los medios de comunicación donde sea posible o usando los altavoces y equipos de sonido de los templos.
En horas de la tarde y acercándose la noche, sin presencia de fieles, sino los estrictamente necesarios para el desarrollo de la celebración, realícese la Vigilia de Pascua siguiendo las particulares pautas establecidas el año pasado y aún vigentes por la Congregación para el Culto Divino y los Sacramentos: «se omite el inicio de la Vigilia o Lucernario, se enciende el cirio y, omitida la procesión, se hace el pregón pascual (Exsúltet). Sigue la «Liturgia de la Palabra». En la «Liturgia bautismal» solo se renuevan las promesas bautismales (cf. Missale Romanum, p. 371, n. 55).
En familia y en el altar dispuesto en el hogar, enciéndase una luz (velita) en señal de la Resurrección del Señor y salúdese a la Virgen María con el rezo de la Salve compartiendo su alegría por la resurrección.8 Al igual que el año pasado, a las 10 de la noche en todos los templos de la arquidiócesis dotados de campanas, háganse sonar las mismas por espacio de 10 minutos recordando al pueblo fiel la alegría de la resurrección del señor.
9.- DOMINGO DE RESURRECCION
Este día de gozo, celébrese la Misa correspondiente sin presencia de fieles. Trátese de que la misma sea transmitida a través de los medios de comunicación locales o haciendo uso de los recursos que la tecnología hoy nos permite donde esto sea posible.
A las tres de la tarde, hágase el tercer día de la Coronilla y Novena de Jesús de la Misericordia y así durante todos los días de la Octava de Pascua hasta su fiesta el siguiente domingo, pidiendo el fin de la pandemia que ahora golpea a la humanidad y a Venezuela por todos los médicos y personal que labora en el área de la salud y en sufragio de las almas de las personas que han fallecido a consecuencia de la misma.