Ana Uzcategui | LA PRENSA de Lara.- A los hoteles del centro de Barquisimeto los está acabando la crisis de los servicios públicos. Los pequeños hoteles y moteles no cuentan con plantas eléctricas para ofrecer energía continua a sus huéspedes, los cortes son aplicados hasta por seis horas casi siempre de noche, cuando las molestias son mayores para quienes pagan para un descanso placentero.
«Los clientes se nos están yendo, hay semanas en que no registramos ningún ingreso; aquí la luz la cortan desde la 5:00 pm hasta las 12 am; el agua nos llega un día sí y otro no; tenemos tres meses sin gas y por eso hemos cerrado dos restaurantes y el aseo viene de vez en cuando», contó entre lamentos Francisco Caltagirones, dueño del Hotel Bonifrán, que tenía categoría 4 estrellas, pero ahora sus huéspedes deben cargar tobos de agua para poder bañarse.
En la avenida Vargas, el Hotel Hevelin cerró sus puertas, sus trabajadores aseguraron que están remodelando, pero muchos alojamientos están intentando adecuar sus instalaciones a la crisis y disminuir gastos. Valmore Rodríguez, propietario del Hotel La Orquídea, informó que luego del primer apagón empezaron a diseñar un hotel ecológico. «Instalamos tanques de gravedad y paneles solares, los visitantes aprovechan la luz natural, el agua de los aires acondicionados se reutiliza para el funcionamiento de los baños, hicimos todo para no cerrar ya que las ventas han bajado bárbaramente», expresó.
En el Vigo Suites trabajan con el mínimo personal necesario; cuatro personas redoblan turnos y administran, limpian y atienden los servicios en las habitaciones porque las ventas no les da para más. El presidente de la Cámara de Turismo del estado Lara, Antonio Morales, aseguró que ningún hotel ha informado su cierre, y la crisis de los servicios se agudiza en los municipios foráneos. «Las 200 posadas que hay en Lara están afectadas, 65 de ellas están en Jiménez. Hemos exigido a Corpoelec que informe el cronograma del Plan de Administración de Carga para enfrentar la crisis«, indicó.
Lujosos acaparan la demanda
En Eco Boutique la demanda ha aumentado un 80 % desde que se disparó la crisis eléctrica, una habitación sencilla que cuenta con agua y luz las 24 horas vale 50 dólares, este hotel trabaja con tanques subterráneos y plantas eléctricas industriales. Los viajeros por negocio prefieren pagar más por descansar mejor, la crisis se ha convertido en una oportunidad de oro para los que tienen los recursos para garantizar la comodidad.
En El Príncipe pagan hasta tres camiones cisternas semanalmente para que ningún huésped se queje, en la zona del centro el agua llega por pequeños períodos de tiempo y en meses donde históricamente la demanda es baja como junio, mantienen ocupadas 80 habitaciones de las 150 que tienen.
«Durante los apagones hemos estado copados, eso solo ocurría antes el 14 de enero por la Divina Pastora, pero los meses de marzo y abril registramos mayores ingresos porque ofrecemos todos los servicios de un hotel de categoría cuatro estrellas», comentó Johan Álvarez, recepcionista.