Osman Rojas |LA PRENSA.-Diagnosticar cualquier enfermedad en el pediátrico es prácticamente imposible. La falta de reactivos y la paralización total de máquinas tiene cerrado desde hace un mes el laboratorio de la institución. Así lo dio a conocer el doctor Jorge Gaiti, director del Agustín Zubillaga.
“Lamentablemente, no tenemos cómo darle respuesta a los enfermos que nos visitan. Para poder atender al paciente mandamos las muestras a laboratorios y los padres deben correr con los gastos”, denunció Gaiti.
El especialista contó que en el pediátrico no hay ni para hacer una hematología y responsabilizó al Gobierno nacional por las condiciones en las que se encuentra el laboratorio. “Ellos son los encargados de suministrar los reactivos, pero los días pasan y el cargamento nunca llega”, aseveró.
La falta de reactivos en la institución le pega duro a los familiares y es que una hematología completa cuesta 4 mil bolívares en los laboratorios, mientras que si son exámenes un poco más complicados como el de gases arteriales (prueba que se debe realizar hasta dos veces al día cuando el paciente está en cuidados intensivos), la familia puede gastar hasta 120 mil bolívares en 24 horas.
“Es triste ver que esta situación pase en un hospital tan importante. Nosotros recibimos pacientes de todos lados y no podemos diagnosticar”, dijo Gaiti.
El director de la institución también denunció la escasez de medicamentos que hay dentro del centro infantil. Según los números aportados por Gaiti, el Agustín Zubillaga tiene un déficit del 70 % de medicamentos. “A nosotros casi no nos suministran medicamentos”, concluyó.