Guiomar López | LA PRENSA DE LARA.- Se niegan a que el jugo desaparezca entre sus comidas y hacen el esfuerzo por comprar cítricos al detal. Optan por las naranjas como las más económicas en Bs 800 mil y aunque sea unas 4 unidades de tomate de palo, cuyo precio está en Bs 2 millones 500 mil. Sabores fuertes que rinden con bastante agua. Una manera para exagerar la bebida en cantidad y evitar tanta azúcar, lo cual representa otro gasto adicional.
«Yo hago una deliciosa bomba refrescante y saludable con el tomate de palo, al sancocharlo para retirarle la piel amarga y luego licuarlo con un poquito de moras y fresas«, recomendó Nancy Montialegre de este cóctel que ubica a esta fruta en la prevención y control de los niveles de glicemia. Le tienen fe a sus propiedades curativas para levantar la hemoglobina y además de ser un delicioso jugo.
Las opciones de frutas en mercados municipales empiezan por los cambures, cuyo valor varía de Bs 500 mil a 600 mil. La lechosa es otra atractiva a partir de Bs 500 mil, cuidadosamente seleccionada para evitar que se descomponga. Los cítricos entre parchitas, limones y mandarinas superan un millón de bolívares, pero se las llevan detalladas, a veces ni llegando al medio kilo y así no desajustar el presupuesto para la comida.
Otros se quedan con las ganas. Al percibir un solo ingreso y teniendo la prioridad de los víveres. «No me alcanza para comprar ni azúcar. Agrego mi sobrecito en 1.5 litro de agua bien fría«, cuenta José Bolívar, de esas presentaciones saborizadas con suficiente colorante. Son tan dulces, que ni requiere una pizca de azúcar.