Osman Rojas | LA PRENSA.- Lara se quedó sin radioterapias. La única máquina operativa con la que contaba el sector público se paralizó hace 22 días y dejó a 219 enfermos con cáncer a la buena de Dios. “El Servicio Autónomo de Oncología (SAO) cayó en cierre técnico”, denunció la doctora Luzmila Leal, presidenta del grupo Médicos Unidos (MUV) el día de ayer.
Problemas de filtración, ausencia de personal médico especializado y escasez de material quirúrgico son algunos de los problemas que han llevado al cierre parcial del SAO. Trabajadores de la institución denuncian que, en los últimos tres meses, el servicio ha tenido tres presidentes distintos y ninguno logró solventar los problemas de operatividad.
“La burocracia está matando a los pacientes oncológicos. De nada sirve que la gente venga y ponga la firma si no tiene corazón y vocación para con los enfermos. Estamos en crisis humanitaria y nadie puede negar eso”, soltó Carmen Díaz, trabajadora del oncológico.
Irma Carrillo, mujer de 46 años, ha vivido en carne propia los embates de la crisis. Ella fue diagnosticada con cáncer de mama el pasado 18 de diciembre y en teoría debió empezar sus quimioterapias la primera semana del mes de enero; sin embargo, ya marzo está por terminar y Carrillo aún espera cupo en SAO.
“Me dicen que las áreas no están habilitadas y que el tratamiento no llega. Ya yo empiezo a sentir dolor y la enfermedad avanza en mi cuerpo”, suelta sin poder contener el llanto.
Según los datos recaudados por el equipo reporteril del diario La Prensa, las salas de quimioterapias del SAO no trabajan con regularidad desde el pasado mes de noviembre.
El Ministerio de Salud dejó de distribuir los tratamientos en los seguros sociales y eso ha frenado la cantidad de quimios aplicadas por la institución.
Mirta Castro, radióloga del SAO, confirmó esta realidad. La doctora dijo que el servicio autónomo se encuentra en proceso de “liquidación” y mostró su preocupación por la apatía que han mantenido las autoridades regionales para resolver los problemas.
“Los enfermos se nos están muriendo. Estamos llegando a una etapa de colapso en la que ya no se puede ni resolver. En Coro no hay quimios, en Valencia no hay radio y aquí no tenemos ni quimioterapia ni radioterapias”, expresó.
La especialista cuestionó a las autoridades regionales por haber dejado encargadas a personas que no sabían administrar. “Tuvimos en la presidencia a cirujanos y médicos generales, y eso está mal. Esto es un servicio de radiología y debe ser manejado por radiólogos”, soltó.
En vista de la precaria situación en la que se encuentra el SAO, una comisión del Frente de Lucha por la Salud en el Estado se acercó hasta la institución para ver los deterioros que presenta el servicio. René Rivas, presidente del Colegio de Médicos en la entidad y representante de la coalición, fue el encargado de encabezar la supervisión que confirmó las denuncias realizadas por pacientes.
“Nos da tristeza ver el nivel de abandono en el que está el servicio. SAO es una institución vital para la salud en el estado, pero el Gobierno la olvidó”, dijo Rivas luego de hacer la inspección.
Según se pudo conocer, el servicio de oncología tiene dos aceleradores para la aplicación de radioterapias y 18 butacas habilitadas para la colocación de quimioterapias. Estás dos áreas están inoperativas en su totalidad pues las máquinas de radio se dañaron y las quimios deben ser compradas por los mismos pacientes. La institución también cuenta con un tomógrafo, pero este aparato tiene dañado poco más de dos años y medio.
Se comprometen
Las autoridades regionales en el estado quieren rescatar el servicio oncológico en la entidad. María García Lara, directora del Antonio María Pineda, aseguró que ella no desconoce la realidad que atraviesa el centro médico y pidió paciencia a los enfermos mientras se consiguen las piezas en el mercado.
“La gente debe guardar la calma. Nos estamos acomodando apenas en los cargos”, dijo.