Arturo López | LA PRENSA.- Dos caras tuvo la red hotelera de Lara en diciembre: algunos sonrieron porque estuvieron hasta las metras mientras que otros tenían rostros largos porque tenían habitaciones vacías. Las posadas también estuvieron altibajos pero en lo que sí coinciden es que el 2016 fue un año para el olvido.
Encargados y trabajadores de hoteles manifiestan que la situación país ha afectado al bolsillo de los turistas y la ocupación ha bajado hasta en un 50%.
Hospedajes del centro-oeste de la ciudad son los más afectados. Franco Gatteron, dueño del Hotel Bonifran, acusa al gobierno de que sus políticas erradas tiene al turismo quebrado y por ende a los hoteles en la misma situación.
Guillermo Zerpa encargado de la posada La Rotaria, aseguró que diciembre ha sido el mejor mes en lo que va del 2016, pero en comparación con temporadas anteriores este “ha sido el peor año”.
Gerentes de hoteles grandes del este de Barquisimeto, como las Trinitarias, Jirahara y Decotel aseguraron que tenían toda la ocupación copada hasta principios de enero. Solamente se salvaban las suites presidenciales y es por el elevado costo que tienen estas.
La realidad de los hoteles es que la mayoría presentan una baja considerable de turistas y la situación país no les da para ofrecer promociones, subsisten con los pocos clientes que les arriban y esperan una pronta solución a la crisis para que pueda mejorar su negocio.
Posadas sufren
Zerpa manifestó que la gran piedra de tranca del servicio que ellos ofrecen es la escasez de insumos higienicos. “Uno de los problemas que afrontamos las posadas es el de los suministros, por ejemplo para conseguir el jabón de tocador es una odisea” dijo.
Pero no solo es el jabón, también sufren por los ocupantes. Por ejemplo la posada Acapulco tiene una ocupación actual de 70% mientras que para esta temporada en años anteriores era del 100%. De igual forma está la posada La Segoviana, esta tiene solamente un 45% de habitaciones rentadas, a pesar de ser época decembrina registran una baja considerable.