Cristina Linárez| LA PRENSA.- Las carencias en las bibliotecas escolares no detienen a los docentes, quienes siguen trabajando con los estudiantes en las bibliotecas para fomentar la lectura, y no perder la costumbre de utilizarlas ante el auge de la tecnología como método de estudio.
A pesar de que el pasado 24 de octubre se celebró el Día Internacional de las Bibliotecas Escolares, en las instituciones educativas de la ciudad la celebración pasó por debajo de la mesa, ya que la mayoría de los planteles necesitan de unos cariñitos en las bibliotecas para la comodidad de los estudiantes.
Ampliación de los espacios, reparación de filtraciones, colocación de aire acondicionado, incorporación de mesas, sillas y hasta actualización de libros necesita la mayoría de las bibliotecas de las instituciones, debido a que desde hace dos años no han sido dotadas con los textos.
Luis Arroyo, presidente del Colegio de Profesores, asegura que “los docentes están trabajando con las uñas, ante la falta de recursos”.
Comenta que los educadores se apoyan en los 70 libros de la Colección Bicentenaria, que fueron otorgados por el Ministerio de Educación en los planteles en el año 2015, y no han entregados más, cuando estos deberían ser actualizados cada año.
Además resaltó que el contenido de estos libros debe ser reestructurado, ya que “parte de la historia del país ha sido opacada para destacar la vida y muerte del fallecido presidente Hugo Chávez. Además se incluyó en los textos ideologías políticas, hasta en los ejercicios de matemáticas”.
En ocho planteles visitados, docentes aseguraron aplicar estrategias con los niños, para que cuando estén en las bibliotecas se sientan atraídos por la lectura, y no se aburran ante los pocos libros que poseen para cada nivel.
Yomarys Pérez, una docente consultada, aseguró que deben hacer cuentos imaginarios, poesías, juegos y demás con el contenido de los libros. Y meter de a poquitos alumnos porque no cuentan con mucho espacio en la biblioteca.