Mario Sosa | LA PRENSA.- Les lanzan operativo de madrugada. Ayer fueron sorprendidos los buhoneros que pernoctaban en la avenida Francisco de Miranda entre Riera Silva y José Luis Andrade. Fueron desalojados por las autoridades debido a su permanencia en esta importante arteria vial de la capital torrense.
Es un operativo mixto entre GNB, bomberos, PNB, fiscalía y alcaldía, quienes prometen la reubicación en el Mercado Municipal, ubicado en la avenida Pedro León Torres de Carora.
Actuaron más de 250 funcionarios por orden de la gobernadora Carmen Meléndez y el alcalde de Torres, Édgar Carrasco.
Según el prefecto Danny Lameda, el operativo se realizó hasta las 5:00 de la madrugada, con la presencia de la Fiscalía del Ministerio Público. Más de 20 puestos se encontraban en la avenida y sin oponer resistencia se realizó el desalojo, no hubo situación irregular.
Son más de 50 puntos que operaban solamente en el tramo de la avenida, donde también se encuentra el Grupo Escolar Ramón Pompilio Oropeza. Dicha instalación es patrimonio del municipio, afectada por las denuncias ante la presencia de estos puestos de economía informal que muchas veces impedían el libre tránsito de los peatones.
También fueron visitados otros puntos de la avenida, desalojando estos puestos de vendedores informales en la calle Coromoto, plaza Cecilio “Chío” Zubillaga y la plaza Dimas Franco Sosa.
El despeje contó con la participación de trabajadores de Isoseptor y Chamba Juvenil, quienes se encargaron del embellecimiento y restauración de la cerca perimetral de la institución educativa. Limpiaron, taparon agujeros y remarcaron brocales.
Con la reubicación de los buhoneros en el Mercado Municipal, se espera en los próximos días una reunión para determinar el censo de los espacios libres que tienen las instalaciones del mercado y evitar inconvenientes.
Se veía mucho cada lunes, con la llegada de los vendedores foráneos, sumando más caos a la ciudad, indicó Lameda.
La recuperación de esta importante avenida, también consta de un punto de control permanente a cargo de funcionarios de Polilara para así asegurar el resguardo y evitar el regreso de la economía informal a esta importante arteria vial.
Las quejas no se hicieron esperar. Está el caso de un señor con su kiosco de venta de periódicos que por más de 50 años ha estado en esa avenida. Al dueño lo tomó por sorpresa y tuvo que desalojar, quitando la estructura de su negocio que por cinco décadas generó los ingresos para su familia. Sólo le dijeron que sería reubicado.
Transeúntes manifestaron que esperan que no sea una acción de un día, si no que sea permanente. También recomiendan a las autoridades que saquen a los vendedores de los productos de primera necesidad bachaqueados.