Isabella Delgado | LA PRENSA.- Ir a consultas para el seguimiento y tratamiento de enfermedades es cada vez más difícil, y eso se refleja en la asistencia a la consulta externa del Hospital Central Antonio María Pineda. Servicios reportan un descenso entre 20 y 50 % en la asistencia.
A los pacientes de escasos recursos las cuentas no les dan para cubrir gastos de exámenes y tratamientos, pagar pasajes y comida. Los que viven en zonas foráneas o en otros estados son los que más difícil la tienen, debido a que en pasaje deben invertir hasta 2 mil bolívares. Aunque saben que deben ir a su consulta se ven obligados a prorrogar la visita al médico.
“Con el aumento del pasaje se me hace más difícil. Me tocaba venir el mes pasado y no vine, ¿para qué? Si no me había hecho los exámenes que me tocaban porque no tenía plata. Además ahora uno anda es buscando comida”, comentó María Torrealba, de 65 años. La mujer es de Humocaro y padece hipertensión y diabetes.
En el servicio de cardiología se estima que la afluencia de pacientes ha bajado en un 50 %. El doctor Héctor Domingo González, jefe de servicio, detalla que hace un par de meses solían recibir al día entre 30 y 35 pacientes en un turno. La cifra descendió de a poco hasta llegar a la brecha entre los 15 y 18 pacientes.
Para María Gabriela Guasamucaro, coordinadora del posgrado de reumatología, el descenso de la cantidad de pacientes se muestra en su máxima expresión los martes, día de recepción de resultados de exámenes: hace un par de meses recibían entre 40 y 45 pacientes por jornada, ahora reciben 15.
Patrones similares se presentan en servicios como neurología y urología.