Joelis Sosa | La Prensa-. Muchos salones de belleza y salas de computación se han visto perjudicados con los cortes eléctricos. El horario establecido por Corpoelec se sigue cumpliendo, y aunque ahora es de tres horas, estos establecimientos siguen perdiendo su clientela.
En el caso de las peluquerías los días sábados que son los más movidos, los cortes de electricidad en algunas zonas son en la mañana y otros en la tarde por lo que el día pasó de ser el más movido al más muerto, comenta la peluquera Dilcia Peña quien tiene 16 años en este oficio y menciona que en ninguna época de su largo tiempo de trabajo se había visto en tan mala situación.
“Le estaba haciendo un corte a un cliente, pero se fue la luz y quedó a medias”, lamenta Dorkys Oviedo, quien tiene una peluquería al norte de la ciudad y explica que los racionamientos la tienen muy afectada.
Al menos un 60% de los clientes han dejado de asistir a los salones de belleza, pues temen a los cortes eléctricos y encontrar cerrado o quedar “a mitad de camino”, dijo Andrea Torres, una de las clientes de Peña.
A las peluquerías siguen asistiendo hombres, a pesar de poder quedar “trasquilados”, pues afirman que es algo muy necesario.
En cuanto a las salas de computación las clientelas también han bajado. “La mayoría de los clientes son niños y los horarios de corte son en la mañana y tarde cuando ellos solían venir”, comentó Andrés Guevara, quien también añade que dos de sus 12 computadoras se dañaron en uno de los apagones. A esto se le suma un aire acondicionado que tras uno de los apagones, “murió”.
Ambos comercios requieren de luz, muchos no cuentan con plantas eléctricas ni protectores, los daños a sus equipos cuesta repararlos porque están “extremadamente caros”. Además de buscar la manera de solventar la escasez de los productos que utilizan también se han visto muy perjudicados con los racionamientos que los ha llevado a perder los clientes.