Guiomar López | LA PRENSA DE LARA.- El dinero no rindió, ni siquiera porque esperaron hasta el 24 de diciembre para completar los estrenos y regalos del Niñ;o Jesús. Así lo vivieron familias numerosas, cuyos padres tenían la esperanza de poder cubrir todos los gastos en un centro de Barquisimeto abarrotado en busca de ropa y juguetes para los niñ;os. Los hijos eran la prioridad, por lo que los padres hacían todo el esfuerzo para comprar a precios más económicos.
El paso era lento desde la avenida 20 con calle 25, debido al gentío que estaba desesperado averiguando en tiendas, zapaterías y en los tarantines de los vendedores informales. Buscaban ofertas y se detenían por más tiempo al cazar ofertas atractivas en prendas que se mantenían en mesones de algunas tiendas. Sacaban sus cuentas y persistía la preocupación de tratar de rendir el dinero, el cual fue reunido hasta último momento que ni teniendo las esperanzas hasta el final superaba los $100 para cubrir los gastos de una familia conformada por más de tres hijos.
«¡;No me alcanzó para comprar todo!», se lamentaba Melvin Ortiz mientras estaba sentada en la acera, tratando de descansar sus pies de tanto caminar buscando ofertas. Es madre de seis hijos pequeñ;os y apenas pudo conseguirles para los estrenos. «Uno debe sacar prioridades a falta de dinero y será en otra oportunidad para los juguetes», dice decepcionada y agradeciendo que al menos pudieron realizar más de 20 hallacas. Confiesa que trataron de hacer todo lo posible, pero les tocaba ese trago amargo de no poder sorprender a sus pequeñ;os con modestos regalos de Navidad.
Adriana Bello también estuvo limitada y sólo pudo cubrir la ropa nueva para el 24 y 31 de diciembre de sus tres hijos. Tuvo que decidir entre comprarle los zapatos y los juguetes, por lo que prefirió asegurarles calzados a un precio accesible. «Ellos se emocionan con los juguetes, pero uno termina frustrado y toca escoger entre los más indispensable», precisa con la esperanza de que para el próximo añ;o puedan cubrir todas las expectativas.
Los rostros de cansancio se evidenciaban en esas personas provenientes de zonas foráneas y que salieron de madrugada para rendir el presupuesto. Leonel Arrieche se vino desde Bobare con su esposa, sus tres hijos y contando con $80 en su cartera para terminar de comprar. Trató de administrarlos al máximo, pero igual le quedaron pendientes los zapatos de los niñ;os menores. No tuvo muchas opciones para escoger entre juguetes y se llevó los más baratos, tales como un carro de plástico pequeñ;o y un juego de mesa para armar. Todo un gran esfuerzo.
Red internacional de tráfico de menores fue frustrada por la GNB en Táchira, tras rescatar a siete adolescentes barquisimetanas que iban a ser víctimas de explotación.