José Miguel Najul | LA PRENSA.- A sabiendas de que Nicolás Maduro perdió el respaldo popular del pueblo civil, «el Gobierno se ha encargado de fortalecer al sector militar, conformado un Estado paralelo con el que le otorgan poder, pero a través del cual también pretenden mantener el control de la nación”.
Lo explica Marisol Bustamante, politóloga, quien sostiene que Maduro le otorga más poder al actual ministro de la Defensa, Vladimir Padrino López, con el propósito de que éste tenga también temor de perderlo y sea capaz de protegerlo a toda costa.
“Se plantea esto porque el chavismo en el escenario de la burocracia institucional ha perdido mucha fuerza. Es claro que prefieren perder el poder civil y se dedican a fortalecer el poder militar”, asegura Bustamante.
Para ella, prueba de ello ha sido el traslado de bienes fundamentales para el bienestar del Estado civil, a manos de militares, como es el caso de Pdvsa.
También la proliferación de “empresas militares” fundadas y dominadas por representantes de los altos cargos castrenses, que no sólo se han hecho con el poder represivo, sino también con parte del poder político y el económico de Venezuela gracias a las decisiones de Nicolás Maduro.
Sin embargo, Bustamante señala que, además de la deformación política, hay enormes costos desde el punto de vista económico. Esto se debe a que este “Estado militar paralelo” genera una enorme carga burocrática que genera un gasto desmedido e innecesario.
El futuro
Para Bustamante, el Gobierno está planteándose escenarios completamente adversos, desde la dimensión civil, que tratan de equilibrar con control militar.
Considera que el chavismo se está contemplando fuera de la Presidencia, y están gestando este “Estado paralelo” como una especie de contrapeso a través del cual puedan seguir generando presión para las decisiones que se tomen en un futuro, en donde la MUD podría dominar el Ejecutivo nacional.