Daimar Díaz | LA PRENSA DE LARA – El cierre de Mercabar por parte de la Alcaldía de Iribarren, llevó a los trabajadores ambulantes de la zona de la playa a tomar las calles frente al mercado para armar sus tarantines y poder trabajar, lo que generó un caos vehícular y anarquía.
Los comerciantes expresaron que esta medida era su única alternativa pues según indicaron, si no trabajan no pueden comer. Además aseguran que no fueron notificados del cierre.
Raul Aguilera, buhonero de la playa, expresó sentir molestia ante el cierre del mayorista pues manifiesta que es una manera de violarles su derecho al trabajo.
«Nos dijeron que esta medida era porque iban a realizar una desinfección pero este tipo de cosas no se pueden hacer sin un anuncio previo para que uno se prepare sino que cuando llegamos acá resulta que no nos dejan pasar», Añadió Aguilera.
La calle se convirtió en un mercado de verduras, frutas y hortalizas, donde no solo los comerciantes aprovecharon de vender su mercancía sino también de denunciar el descontento con lo que ellos denominan «abuso» de poder, pues aseguraron que dentro del mayorista los funcionarios de seguridad les cobran vacuna.
«Ya en la playa no se puede trabajar tranquilo, si los uniformados se antojan de lo que estamos vendiendo simplemente nos quitan la mercancía y nosotros quedamos sin nada», dijo Reyes Montenegro.
Nuevas medidas
La Alcaldía de Iribarren informó en un boletín de prensa que están aplicando nuevas medidas de prevención contra la COVID-19 en Mercabar para evitar que se convierta en un foco de contagio luego que varios trabajadores dieron positivo en la prueba rápida, razón por la cual ayer estaba cerrado.
El sector la playa solo abrirá los días miércoles, jueves y domingo por un máximo de 5 horas, mientras que los camiones que lleven alimentos no perecederos podrán ingresar los días martes, miércoles y sábado.
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