Jennifer Orozco | LA PRENSA DE LARA.-& ;Servicios, como la consulta de sintomatología respiratoria se han visto interrumpidos por la falla de suministro de agua y la falta de equipos médicos importantes en el ambulatorio de Cabudare. Así lo denuncia Omar Agüero, secretario ejecutivo del Sindicato de Empleados Públicos del Ejecutivo del estado Lara (Sepeel), quien asegura que lo que va de cuarentena ha sido terrible para los trabajadores y pacientes de este centro de salud.
Agüero afirma que el servicio de agua por tubería tiene muchas fallas desde hace cuatro meses, pero que las últimas semanas el ambulatorio sólo funciona con cisternas. «No hay agua por tubería. Uno de los servicios que se ve afectado por esta situación es el de sintomatología respiratoria, pues el aseo, tanto de personal como de los pacientes, por prevención ante el COVID-19 se dificulta sin agua y también sin jabón. Aunado a esto no hay máquina de radiología, por lo que no se pueden hacer placas de tórax«.
Estas consultas de sintomatología respiratoria no están siendo constantes, a pesar de que unos 100 pacientes al mes tienen revisión rutinaria por condiciones del sistema respiratorio. Se pasan consultas algunos días, otros están cerrados y no tienen aviso previo, así que los pacientes prácticamente tienen que «adivinar» qué día pueden ir a verse.
Otras consultas se ven afectadas y es por la falta de equipos de bioseguridad, pues Agüero afirma que no ha llegado una buena dotación por parte del Gobierno nacional que garantice una buena protección ante posibles pacientes con COVID-19 que asistan al ambulatorio.
Agüero hace un llamado a los entes competentes a meterle la lupa a este centro de salud que funciona como un hospital para Palavecino, a pesar de ser un ambulatorio tipo III, pero es el que tiene mayor capacidad para tratar pacientes diversos.
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