José Sequera | LA PRENSA.- “Si yo vivo a punta de conchas de cambur, el perro de mi hijo va por el mismo camino”, soltó el señor Francisco Grenián, quien dice que la mascota de su primogénito está “bien flaquita” por el tipo de papa que le dan.
Tal como Grenián muchos dueños de perros están optando por darle de comer a sus fieles amigos restos de vegetales y hortalizas, así como extractos de proteínas. Conchas de cambur, pellejos, huesos, auyama y yuca son los platillos que ahora mandan en la comida de los caninos.
La actual crisis económica ha hecho que comprar un saco de perrarina sea imposible para aquellos que tienen sueldo mínimo, pues sólo una bolsa de 18 kilos de este alimento sobrepasa los Bs. 5 millones.
Gladys Campos tiene un rottweiler en su casa y aunque ella no compra perrarina gasta casi dos millones comprando verduras. “Es una renta mensual que tengo, no me quiero ni imaginar si tuviese más perros”, apunta la mujer, quien asegura que sólo ella en su familia corre con los gastos del animal.
De acuerdo al testimonio de consultados, el saco del alimento de perros suele durar dos semanas, mientras que dos kilos de auyama y yuca pueden durar hasta cuatro días si el perro es de tamaño mediano y apenas gastan un máximo de 200 mil bolívares, lo que equivale a Bs. 1 millón 500 mil mensual.
No es perjudicial
Existe la creencia de que los perros son carnívoros por naturaleza y alimentarlos con frutas, vegetales, legumbres y hortalizas podría enfermarlos, pero la realidad es muy distinta.
Según el médico veterinario, Nelson Crespo no existe ningún problema en que un canino coma vegetales. “Los perros a través del tiempo se han adaptado al consumo de vegetales, por ejemplo la perrarina es fabricada con extractos vegetales de maíz y soya”, admite.