López y Uzcátegui | LA PRENSA DE LARA.- Su paso era lento e iba tomado de la mano de su hijo, quien debía hablarle muy fuerte al oído debido a la pérdida de su audición. Víctor Zerpa, a sus 95 años, aún se mantiene en pie y fue llevado a votar a la escuela Ciudad de Maturín de San José, así como pasó con la mayoría de personas de la tercera edad y con discapacidad que decidieron salir a defender el Esequibo en el referendo consultivo. La ausencia de electores jóvenes fue notoria en la jornada.
Los que más votaron fueron personas de 70 años de edad, tal como Elda de Lara, quien sí pudo caminar varias cuadras desde su casa en el barrio El Caribe II. Pero en el caso de Nancy Cordero, de 72 años, debió ir bien sujetada de su esposo Eustoquio Durán, debido a la dificultad para desplazarse por las secuelas de una lesión en sus piernas, por una caída reciente. Ambos iban muy despacio para subir todos los escalones de la escuela técnica comercial Carlos Gil Yépez, de la Ruezga Norte, sector II.
La dificultad era visible para Neris Medina, de 74 años, quien necesitó ayuda de funcionarios policiales en la Unidad Educativa Tamaca, debido a su columna encorvada. Ella señaló estar consciente de la importancia de decidir. En el Liceo Bolivariano Creación Barrio del Oeste, en el barrio La Paz, María Díaz, ama de casa de la tercera edad, salió a votar a las 9:00 a.m. «He venido a votar por el Esequibo y en defensa de la revolución como buena chavista, y también pido una ayuda porque mi casa está en muy malas condiciones y quisiera que el gobernador de Lara, Adolfo Pereira, se enterara porque se está derrumbando y soy una persona en pobreza y enferma», expresó.
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