Jennifer Orozco | LA PRENSA.- Comprar medicinas, comida y pagar los servicios básicos de una casa convierte la pensión del Seguro Social en agua y sal. Un 90 por ciento de los consultados por La Prensa aseguran que esa platica mensual que les depositan “no alcanza para vivir”, pues solo les dura en la cuenta bancaria un día, ante la cantidad de gastos que representa depender solo de ese ingreso.
Magaly Navas de 67 años, agarra una hoja de papel y comienza a anotar: Bs. 2 mil de electricidad, Bs. 2 mil de agua, Bs. 900 para la televisión por cable, Bs. 5 mil para medicamentos, Bs. 6 mil para pagar la consulta del cardiólogo y lo que reste para comida.
“Sacando cuentas me quedan casi 6 mil bolos para comida, sabiendo que solo en verduras se me van 3 mil”, dice como resignada Magaly. Por más que la pensión la aumenten, la señora alega que no le alcanza para disfrutar la vida después de partirse el lomo trabajando y gozar la pensión.
“Yo pagué Seguro Social toda la vida, tanto dinero descontado y ahora solo gano sueldo mínimo que no alcanza para nada. La pensión debería tener otro monto para que podamos tener una vez digna”, enfatiza Magaly quien detalla que luego de pagar todo solo le quedan mil bolívares.
A su lado se encuentra Elizabeth Carvajal, de 68 años y su esposo, paciente de cáncer de 72 años. Entre ambos juntan las pensiones y no les da para los medicamentos. “Solo en quimioterapias hemos gastado millones. Muchos meses debemos depender de la comida que nos den nuestros hijos, que a su vez tienen familias que mantener. Los de la tercera edad no tenemos seguridad social en este país”, reclama Elizabeth.
Sacando la cuenta, los de la tercera edad comentan que cada medicamento que deben tomarse, como antihipertensivos, Glucofage, insulina, analgésicos para la artritis, suplementos vitamínicos, ninguno baja de los 400 bolívares. En algunas ocasiones deben tomar más de un medicamento y deben adquirirlos de manera mensual.
“Todos los meses también debemos ir a médicos especialistas, como cardiólogos, internistas y geriatras. Especialidades que no hay en los centros médicos públicos o que tardan más de tres meses en darte una cita, por eso uno hace el sacrificio y lo paga privado sobre los 4 mil bolívares”, cuenta Humberto Delgado.
Hay casos especiales, donde hay abuelos y abuelas que aun corren con los gastos de la casa y tienen cargas familiares, lo que hace la pensión aun más corta. Ramona Alvarez, de 68 años, mantiene aun a su hija de 40 años que padece de Síndrome de Down. “Si no alcanza para mi, mucho menos para las dos. Yo hago magia con esos reales, sobre todo con la comida, muchas veces no tenemos nada”, cuenta.
La exigencia de la mayoría es un ajuste de la pensión que no sea a sueldo mínimo si no más elevado. Otra de sus denuncias es el pago de los cestaticket y muchos de ellos piden un bono solo para medicamentos. Pero todos concuerdan con que debe existir un organismo encargado de las necesidades de la tercera edad, que vele por su salud y alimentación.