El Guaro Mirón | LA PRENSA.- Bueno oficialmente hoy arrancamos una nueva semana mi gente, ya casi se acaba el mes y al igual que ustedes sigo en la lucha por la locha, como dicen por allí, pero que más cuando toca, toca y tenemos que seguir chambeando para sacar este país adelante.
En una de estas mañanas estuve chequeando el calendario de festividades en el mes de mayo y conseguí que este sábado se celebró el Día Nacional del Cronista. Semanalmente siempre ando en contacto con mis panitas el historiador Iván Brito o el profesor Gerardo Pérez, cronista de la parroquia Unión, porque aquí en La Prensa tenemos varias secciones culturales como “Lugar con Historia” y déjenme decirles que no hay nada mejor que obtener información de parte de estos grandes conocedores.
Por eso más rápido que lo que canta un gallo me contacté con el cronista del municipio Iribarren, Edilio López, para que me guiará un poco más en el tema y conocer de la noble labor que decidieron emprender hace muchos años atrás.
Un poco tarde pero igual felicitaciones por su día profe, comencemos:
¿De qué se encarga un cronista?
Muchas gracias Guaro Mirón. Te cuento que los cronistas hemos existido desde los inicios de la época de las conquistas, en esos tiempos eran personas que se dedicaban a escribir o divulgar oralmente lo que veían en otras tierras y se lo contaban a los monarcas y reyes, muy parecido a un cuenta cuentos.
Sin embargo poco a poco esta práctica se profundizó e investigaron sobre el pasado para compararlo con el presente, pero debido a que cada cabeza es un mundo, las formas de percepción son muy diferentes entre una persona y la otra, por eso siempre ha existido diferencias entre cronistas pero en líneas generales es alguien apasionado por conocer más allá, ansioso de indagar, investigar, preguntar y aprender de nuestro pasado para valorar el presente y tener una visión del futuro.
Le confieso que este tipo de temas me parece muy interesante. ¿Y cuando se dio ese fenómeno en Barquisimeto?
En el año de 1945 se establece en Caracas una ordenanza donde se asigna el primer cronista oficial de Venezuela, el cual fue Enrique Núñez, luego de una ardua votación.
Ahora bien, aquí en Barquisimeto si tardó unos añitos, pero existieron personajes conocidos, quienes eran considerados cronistas, como Arturo Macías y Furgencio Orellana, luego si fue creada la ordenanza y cada municipio con sus parroquias debía tener un cronista. Los primeros en la ciudad fueron Eligio Macías, Antonio Álamo, Germán Garmendia y Ramón Querales, cada uno con la responsabilidad de preservar la historia, ya que somos considerados por muchos como las “almas del municipio”.
¡Caramba! Pero al parecer es un trabajo arduo, ya que la historia es muy extensa. ¿Qué tan difícil es ser nombrado como un cronista?
Abarcar toda la información e historia de una zona es cuesta arriba guaro, te pongo de ejemplo la parroquia Buena Vista o Aguedo Felipe Alvarado, son muy grandes y para una sola persona es mucho trabajo y responsabilidad tener conocimiento de todo. Nuestra labor debería ser más valorada y tomada en cuenta seriamente por las autoridades, ya que prácticamente trabajamos con las uñas y la historia nunca debe dejarse perder.
Más allá de la labor que usted junto a los otros 9 cronistas decidió emprender para que no se olvide nuestro pasado, ¿Cree que el gobierno ha sido indiferente en preservar la historia barquisimetana?
Lamentablemente si Guaro, poco a poco han ido matando nuestro patrimonio cultural. Fíjate que el casco histórico de la ciudad luego de las 6 de la tarde desaparece por la inseguridad y la ausencia de actividades, no existe un punto de encuentro, seria buenísimo que existiese un tour para que las personas conozcan las casas más antiguas, quienes vivían allí, que ocurrió con ese lugar. Otro problema es la construcción de nuevas edificaciones en terrenos con alto valor histórico, hace poco levantaron un hotel donde estaba la casa de la familia Camejo y un estacionamiento en la famosa casa de “Las Amapolas”, el mantenimiento de la Concha Acústica tampoco ha sido suficiente.
Para nadie es un secreto la falta de recursos y las limitaciones de los presupuestos, sin embargo la historia debería tener un lugar más importante para las autoridades. Por último, ¿Cuál es el llamado de los cronistas en su día?
Necesitamos mayor apoyo para la difusión de nuestro trabajo e involucrar más cronistas, ya que no damos abasto para tanta información.