LA PRENSA DE LARA | Agencias.- El príncipe Harry ha aterrizado en el aeropuerto Heathrow de Londres en un vuelo procedente de Los Ángeles para asistir el próximo sábado al funeral de su abuelo, el duque de Edimburgo. Tal y como estaba previsto, no le han acompañado su mujer Meghan Markle, debido a su avanzado embarazo, ni su hijo Archie. Harry aterrizó en el Reino Unido y se trasladó, como se ha informado, a Kensington Palace, donde guardará varios días de cuarentena (requerida a todo viajero que llegue a Reino Unido) que podrá acortar para asistir al funeral de su abuelo. Esta es la primera vez que el príncipe Harry se reúne con su familia en más de un año, pues tras abandonar sus compromisos con la Familia Real en enero de 2020 se trasladó a Estados Unidos con su mujer y su hijo (antes estuvieron un breve período en Canadá). Es también la primera vez que regresa a casa después de la controvertida entrevista con Oprah Winfrey.
El marido de Isabel II será despedido el sábado 17 de abril en la capilla de St James de Windsor ante la presencia de un reducido número de asistentes a causa de la crisis sanitaria. Tan solo treinta personas podrán estar en este funeral en el que el príncipe Harry se colocará, tal y como adelantan los medios británicos, junto a su hermano, el príncipe Guillermo, y su padre, Carlos de Inglaterra, caminando en procesión tras el ataúd hasta el templo. Una imagen parecida a la que protagonizaron cuando falleció su madre, Diana de Gales.
Esta imagen volverá a acercar a los hermanos, a quienes se vio juntos por última vez el 9 de marzo de 2020, cuando los duques de Sussex acudieron a su último acto oficial: la conmemoración del Día de la Commonwealth en la abadía de Westminster. Desde entonces los caminos de Guillermo y Harry se separaron. Poco antes de producirse el Megxit ellos mismos confirmaron un cierto distanciamiento, aunque después de la mudanza de los duques de Sussex las tensiones parecían haberse suavizado. La experta en realeza Katie Nicholl señalaba que su comunicación era frecuente y con motivo de la Navidad intercambiaron regalos.
Una de las últimas imágenes del duque de Edimburgo es esta en la que aparece con los duques de Sussex durante la presentación de su hijo Archie, al que adoraba y con el que hablaba frecuentemente (lo contó Harry) por videollamada, tras la mudanza de los duques a Estados Unidos
Una relación tensa con su familia
No obstante el inicio de año trajo dos acontecimientos que acentuaron de nuevo sus diferencias. En febrero los duques de Sussex anunciaban que el Megxit es definitivo, por lo que Isabel II les retiraba los nombramientos militares honorarios y los patrocinios reales. Ellos reaccionaban con una contestación pública que no habría sido del agrado del duque de Cambridge. A esto se uniría las explosivas declaraciones de la pareja en la televisión americana. Sentados con Oprah Winfrey explicaron que se sentían «atrapados» en la Familia Real y Harry apuntó que su hermano y su padre también lo están, coartados por un sistema del que «no les dejan salir». Además, Meghan contó que cuando estaba embarazada por primera vez, un miembro de la realeza había hecho comentarios desafortunados sobre el tono de piel que tendría Archie. La respuesta de su cuñado fue contundente: «No somos para nada una familia racista».
En la misma entrevista quedaron patentes las tensas relaciones que existen actualmente entre los duques de Sussex y la Familia Real. El príncipe Harry aseguró que estaba «realmente decepcionado» con su padre, Carlos de Inglaterra, y que entre ellos queda «mucho que resolver». Sobre su abuela, destacó la buena relación que tiene con ella: «La respeto demasiado», afirmó. Tras la entrevista, Isabel II emitió un comunicado señalando que «toda la familia está apenada al conocer hasta qué punto han sido difíciles los últimos años para Harry y Meghan». «Harry, Meghan y Archie siempre serán miembros muy queridos de la familia», agregó.
La presencia del príncipe Harry en el último adiós a su abuelo puede abrir un nuevo capítulo en la relación del duque de Sussex con su familia, en concreto con su hermano al que ha estado siempre muy unido. «Ambos son plenamente conscientes de su historia compartida y sin duda recordarán el impacto que tuvo su abuelo en su vida mientras crecían. Hay esperanza en una ocasión como esta, donde los hermanos están unidos en el dolor, pueda hacer que lo peor se quede atrás» comentaba una fuente a The Mirror. La prensa considera que aunque el príncipe Guillermo está «muy molesto» y las últimas conversaciones que ha tenido con su hermano han sido «poco productivas», el tiempo hará que todo vuelva a ser como antes.
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