BBC | LA PRENSA.- Una semana fue al colegio vestida como el niño que todos conocían. A la siguiente volvió coma la niña que siempre se sintió. Ellen fue una de las primeras niñas transgénero de Reino Unido que hizo su transición de niño a niña mientras estaba en la escuela primaria.
Para ella fue una experiencia mucho más profunda que ponerse un vestido o no: era una cuestión de vida o muerte.
«Como niño siempre fui extravagante, no me gusta usar la palabra amanerado, pero… era amanerado».
Creo que la gente de mi alrededor siempre pensó que cuando creciera iba a ser un interesante y muy sensible joven gay.
Y eso es lo que yo también pensé durante mucho tiempo.
El colegio era el principal foco de tensión donde a mi se me hacía más duro lidiar con la vida, pero en casa podía ser yo mismo.
Si quería disfrazarme, lo hacía, y mi familia no tenía recelo ninguno al respecto».
«Me llamaron raro, marica, gay…»
«Los niños empezaron a notar diferencias y lo expresaban con fuerza. A mí me llamaron raro, marica, el gay del cole…
Internamente yo creo que sí sabía que no era solo gay, pero a los cinco años en realidad no sabes cómo expresar esos sentimientos.
A mi me acosaban todos los días, y era gente diciéndome que yo era diferente y que debería ser aislado.
Y eso se mezcló con mis propios pensamientos, me decía a mi mismo ‘bueno, si no soy esto… definitivamente ahora no me siento cómodo con mi cuerpo y hay algo en mi cerebro que no se correlaciona… ¿qué tengo que hacer para saber quién soy?’.
Me di cuenta de que cuando me disfrazaba y vivía mi vida de una manera diferente era cuando estaba más feliz.
Llegó un punto en que en cuanto llegaba del colegio tenía mi pequeño mini armario lleno de ropa de niña.
Al llegar de la escuela agarraba un vestido y me lo dejaba puesto».
Pronto se dio cuenta de que vestir ropa de niña no era solo un juego. Era la manera en que quería y necesitaba vivir.
«Dentro de casa podía ser yo misma. Podía ser Ellen.
Fuera de casa era un niño triste y enojado que casi no mostraba ningún atributo positivo».
«Intenté suicidarme a los siete años»
«Aún así me levantaba todos los días y caminaba, atormentado, al colegio.
Recuerdo haberle dicho a mi madre: ‘¿Qué puedo ser cuando sea mayor? Y mi madre dijo: puedes ser cualquier cosa que desees.
Mi cara se iluminó y, al parecer, dije: ‘¿Oh, puedo ser una niña? ¿Todo el tiempo?’
Y mi madre dijo, ‘oh, no, no, no, no seas tonto’, quitándole importancia, porque en aquel entonces eso era algo impensable, no se hablaba de los trans en los medios de comunicación.
Pero vivir desde la versión triste de mí mismo, tuvo definitivamente un precio.
Tuve una gran depresión. Me negaba a salir de casa, me daban ataques de pánico aterradores por minucias que no podía explicar.
Intenté suicidarme a los siete años con un cuchillo de la cocina y estuve muy muy cerca de empezar a autolesionarme.
Estaba confundido, lo único que quería es que se acabara todo, quería que todo estuviera en calma.
Y sentí que era mejor no ser una carga para nadie y que mis problemas no afectaran a los demás».
Fue en este punto cuando los padres de Ellen se dieron cuenta de que tenían que hacer algo para tratar de ayudar a su hijo.
Investigaron el tema y descubrieron que hay una condición médica llamada «disforia de género«.
El alivio de una explicación médica
«Me sentaron y me contaron lo que habían leído en internet, y yo dije ‘eso es todo lo que yo he estado sintiendo pero no había podido expresar’.
Cosas como que no me duchaba ni me bañaba porque nunca quería exponer totalmente mi cuerpo. O mis problemas de autoestima y el hecho de que vestirme de niña en mi cabeza no era un juego, era yo siendo yo mismo.
Empezaron a investigar y encontraron una organización sin ánimo de lucro llamada Mermaids (Sirenas). De esto hace diez años, y ellos se convirtieron en mi gran salvavidas.
Yo de verdad creo que si hubiera seguido en la misma dirección en la que iba hoy posiblemente no estaría aquí, porque no habría podido seguir viviendo en la mentira en la que vivía.
Después de pensarlo mucho y de investigar, mis padres decidieron hablar conmigo para permitir que hiciera mi transición a nivel social.
Eso significaría que podría empezar a ir al colegio como niña y que podría cambiar mi nombre y que podría ser la misma que era dentro de casa, pero afuera».
«El momento de la verdad»
«Tomar esta decisión fue muy aterrador para mi y para toda mi familia. Les daba miedo mi seguridad y mi felicidad.
Entonces la familia empezó a prepararse para el momento de la verdad.
Mis padres hablaron mucho con la escuela, era primaria y yo tenía unos 11 años. Mi escuela fue, de hecho, bastante tolerante. Pero era algo muy nuevo y no tenían los recursos ni la formación.
Me permitieron tomarme una semana sin ir a las clases para prepararme mentalmente y después volví siendo niña.
Fue el día más aterrador de mi vida, mi madre me dijo que no tenía que hacerlo que no había ninguna presión para que lo hiciera. Pero yo decía ‘No, tengo que hacer esto’, no tenía dudas.
Así que durante los últimos meses de primaria fue a la escuela como niña.
Me llamaron la transexual más joven de Reino Unido porque en ese momento era la niña más joven que ya estaba en transición social.
Y causó interés en la prensa porque era una novedad.
«Se había oído hablar de personas trans, pero es lo que los medios piensan de la gente trans, ya sabes… hombres horripilantes disfrazados de mujer con vestidos, un tanto extravagantes.
Mucha gente pensaba que era como un fetiche sexual, y se confundían entre las dos cosas. Era muy raro de repente ver que un niño quería hacer esto.
Ellen y su familia de pronto se convirtieron en el centro de atención de un circo mediático, y antes de empezar en la secundaria su rostro había pasado por las portadas de los tabloides del país.
En secundaria tuve algunos amigos. Legalmente ya había cambiado mi nombre y vivía como mujer.
El único problema era que casi todos los alumnos habían ido a mi escuela primaria, así que sabían que yo era trans.
Yo despachaba cualquier rumor diciendo ‘No, no soy trans, soy una niña‘.
Pero había muchos comentarios así que me empecé a sentir aislada de nuevo.
El colegio se convirtió de nuevo en un lugar que yo prefería evitar, porque la gente se metía conmigo constantemente.
Llegó un punto en que ya no podía soportar estar en la escuela. Me ingresaron en un hospital psiquiátrico porque había tenido varios intentos de suicidio».
Esto, sumado a varios artículos en la prensa intrusivos y erróneos, desencadenó otra crisis de salud mental. Ellen dejó el colegio y se pasó un año ingresada en un centro psiquiátrico.
Resurgir a los 20
Hace unas semanas, a los 20 años, Ellen se presentó públicamente como transgénero en You Tube.
«A los 18 años tuve una operación que me cambió la vida por completo. Fue el inicio de poder decir ‘Ahora soy una adulta’.
Ahora creo que estoy dejando atrás la paranoia. Siempre tuve miedo de que alguien pudiera averiguar mi secreto.
Miraba para atrás en caso de que alguien me descubriera.
«Pero llegué al punto en que dije: ‘Esta soy yo. Esto es lo que me pasó, pero no me define‘.
Sigo siendo un ser humano con intereses y con creatividad. Soy más que mi historia».