Luis González | LA PRENSA.- La calle 16 del sector III El Ujano se vuelve un completo barrial cada vez que llueve porque además que no tiene asfalto, Hidrolara dejó una huecamentazon hace cinco años tras la reparación de una tubería y la calzada está repleta de tierra y piedras.
“En la cuadra viven muchas personas de la tercera edad, cada vez que llueve no pueden salir de sus casas debido a que todo se inunda y temen caerse”, así lo aseguró Yudy Gómez, vecina del sector, quien relató que el mal estado de las calles ha generado también que las unidades del transporte público se desvíen porque los choferes no quieren dañar sus vehículos.
Hace cinco años la comunidad presentaba un desborde de aguas negras, por lo que Hidrolara envió una cuadrilla de trabajadores para sustituir las tuberías, tras concluir la obra dejaron toda la vía dañada y repleta de huecos. “Cada cierto tiempo, se acercan ingenieros de la Hidrológica, miden, toman fotografías pero todo queda hasta ahí,” continúa Gómez.
Si llueve nos perjudica porque no podemos atravesar la vía, y si no, igual nos afecta, porque durante todo el día el polvero se mete a las casas”, expresó José Herrera, vecino de la zona.
Herrera aseguró que prodcuto de este problema, muchos residentes sufren de enfermedades en las vías respiratorias, como asma y gripe.
Alejandro Colmenares, vecino del sector añade que como una opción para medio parapetear la calle, lanzan escombros, piedras y arena a los huecos y así medio taparlos.
No importa quien venga, lo importante es que nos arreglen el problema lo antes posible, no podemos seguir viviendo así” expresa Colmenares.
Lina Peraza, también afectada, hace un llamado a Hidrolara para que se acerque al lugar a terminar lo que empezaron hace cinco años. “Cada vez que llamamos, nos dicen, pasamos en 15 días, así nos tienen desde hace meses, aquí tenemos plaga de ratones y zancudos” denuncia Peraza.
La cantidad de huecos obliga a los choferes a reducir la velocidad para proteger a sus vehículos. Esto es aprovechado por los delincuentes que someten a los conductores y los roban. Vecinos no descartan tomar acciones de calle para ser escuchados.