Familiares del hombre de 58 años denunciaron presunta negligencia médica en el Hcamp Familiares del hombre de 58 añ;os denunciaron presunta negligencia médica en el Hcamp Euseglimar Gonzáles | LA PRENSA DE LARA.- Con la esperanza de salvarle la vida a Gregorio Caldera, de 58 añ;os de edad, sus hijos lo trasladaron desde el municipio Torres hasta el Hospital Central Antonio María Pineda de Barquisimeto, luego de haber sufrido una mordedura de serpiente, pero seis horas después de ser ingresado murió.
Yunexi Caldera y Junior Caldera, estaban sentados en los alrededores de la morgue del Hospital Central a la espera para retirar el cuerpo de su padre, por el que horas antes habían luchado para salvarle la vida, entre lágrimas contaron que él solo les dijo «sáquenme de aquí, no me quiero morir».
El miércoles a las 8:30 de la noche, Gregorio estaba en el sector Agua Linda de Palmarito municipio Torres junto a su hijo Junior, salieron de la casa porque iban a llamar, pero la cobertura en la zona es muy deficiente y por eso iban de camino hasta la entrada de la casa para poder hablar por celular.
Justo en ese trayecto una mapanare atacó a Gregorio, lo mordió en el tobillo derecho, de inmediato él gritó y le dijo a su hijo lo que estaba pasando.
«Sáquenme de aquí, no me quiero morir», en ese momento su hijo encendió la moto y lo trasladó hasta una hacienda vecina, allí lo trató una doctora, quien le puso la primera dosis de suero antiofídico y les advirtió que debían llevarlo al Hospital de Carora para que continuaran con el tratamiento.
Al llegar al Hospital los médicos lo trataron pero de inmediato le dijeron que debían trasladarlo a Barquisimeto porque ellos no contaban con el antídoto.
«Ellos (médicos) se comunicaron directamente con el Hospital de Barquisimeto y aseguraron que había suero antiofídico. Una doctora nos dijo que compráramos ampollas de Ibuprofeno, vitamina K, guantes e inyectadoras por si nos pedían insumos», sostuvo Yunexi.
No fue sino hasta el jueves a las 4:00 de la madrugada que llegaron a Barquisimeto, a Gregorio lo ingresaron a la emergencia, pero para la familia Caldera en ese momento comenzó el terror.
Denunciaron que tardaron una hora para que lo atendieran, aun cuando llevaban una orden de traslado en donde especificaban la hora en el que se le había colocado el suero antiofídico.
«A mi papá lo atendieron y vieron donde lo mordió la serpiente, pero no nos dijeron más nada. El comenzó a vomitar y nos dijeron que eso era normal. En ningún momento nos pidieron suero», comentó Yunexi.
Ella y su hermano estaban sentados en los alrededores de la morgue, a su lado tenían dos bolsas plásticas, en una estaban insumos médicos como guantes, gasas, inyectadoras, ampollas de ibuprofeno y vitamina K, mientras que en la otra había un jugo y un envase de agua. Explicaron que el jueves a las 9:40 de la mañ;ana, aproximadamente, pudieron verlo de nuevo y observaron como la pierna se le estaba poniendo negra.
«Un trabajador del Hospital me dijo que me fuera a Badan Lara a comprar el Kit de empozoñ;amiento (que trae cinco ampollas de suero) porque en el Hospital no había. Me fui en un mototaxi para comprarlo al llegar me dijeron que eran 506 dólares, les pregunté si podían venderme cuatro ampollas que era las que él necesitaba pero me dijeron que no porque era un kit», comentó la hija.
Yudexi no alcanzó comprar el suero, no por falta de dinero, sino porque recibió una llamada era su hermano que le dijo «ya no necesitamos el suero, mi papá nos dejó».
Los hijos de Gregorio denunciaron ante el Cicpc una presunta negligencia médica, pues aseguraron que los médicos del Hospital Central de Barquisimeto en ningún momento les indicaron que debían comprar el kit de empozoñ;amiento.
Gregorio se dedicaba a la agricultura y cría de ganado en el municipio Torres.