martes, 25 marzo 2025
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Zona del Crimen: El asalto que fue el robo del siglo por 9 horas

Hace 30 años, el hampa atacó a blindados y cargó con más de 6 millones de dólares

El asalto que fue el robo del siglo aquel 22 de febrero de 1995. El silencio de la fría madrugada de un edificio ubicado en la calle 39 entre carreras 22 y 23 de Barquisimeto, se interrumpió cuando un grupo armado asaltó a la empresa de valores Blindados Centroccidente y Servicios Pan Americanos de Protección, llevándose un botín estimado en más de mil 100 millones de bolívares, que para ese año eran 6 millones de dólares.

En un principio se trató del más cuantioso asalto cometido en Venezuela y casi que el robo del siglo; sin embargo, los malhechores al verse acorralado dejaron más del 85% del botín dentro de los vehículos blindados que habían hurtado.

El reloj marcaba las 12:30 de la madrugada, siete trabajadores estaban en sus labores, pero en cuestiones de minutos un grupo de unos 15 o 20 delincuentes sometieron a uno de los vigilantes para que abriera. Los hampones ingresaron a la empresa de forma brusca y como si se tratara de una operación policial, comenzaron a amenazar a los trabajadores.

Los amarraron mientras montaban en las unidades 2056 y 2045 los sacos con los millones de bolívares, que horas antes habían llegado a Barquisimeto procedente de Caracas y otras ciudades.

Una vez que terminaron de cargar con todo el botín, los delincuentes se montaron en las unidades y otros en un carro Mitsubishi, que habían llevado para poder huir del lugar. Esa madrugada sólo se escuchó el rechinar de los cauchos y los trabajadores dedujeron que salieron como «alma que lleva el diablo».

Los siete empleados estaban atados y aunque gritaban pidiendo auxilio, nadie los podía escuchar, uno de ellos comenzó a maniobrar, movía sus manos de un lado a otro para poder desatarse del mecate y lo logró.

Lo primero que hizo fue correr a reportar a los cuerpos de seguridad lo que había ocurrido y de inmediato los uniformados iniciaron las investigaciones.

Al sitio del suceso llegaron las comisiones policiales para evaluar la situación y rescatar a las demás víctimas.

Encienden alarmas por asalto

Los funcionarios a través del extinto sistema de comunicaciones Cosydela se puso en práctica un operativo para el cierre de Barquisimeto y de inmediato alertaron a las autoridades del estado Yaracuy y la orden fue cerrar las entradas.

Se establecieron puntos de control en la autopista centroccidental, hoy Cimarrón Andresote, y en la carretera Panamericana.

Los asaltantes que huían en los dos blindados lograron cruzar el punto de control de Yaritagua, pero desde Urachiche había salido otra unidad para frustrar los planes de los hampones, que era fugarse hacia el centro del país.

En la patrulla iban dos funcionarios y observaron a los blindados, de inmediato supieron que se trataba de las unidades 2056 y 2045 que habían sido robadas una hora antes.

Los funcionarios iban muy cerca de los vehículos y le dispararon en varias ocasiones, pero los delincuentes no se detuvieron, pues sabían que los proyectiles no perforarían los carros.

Se mantuvieron cerca de los delincuentes que condujeron por la autopista hasta llegar a El Ceibal, donde cruzaron a la derecha hasta llegar a una carretera de tierra.

Los policías iban en persecución, pero cuando llegaron al final de la carretera de tierra, los ladrones ingresaron con los blindados a un cañaveral y ahí se perdieron entre la oscuridad y el polvo que levantaron por la alta velocidad.

Los funcionarios, destacados en Urachiche, retornaron al comando para notificar que al cañaveral fue donde los criminales ingresaron.

La búsqueda fue frenética. La Policía de Lara, en conjunto con cuerpos nacionales y la Policía Técnica Judicial (PTJ), desplegó un operativo de rastreo por toda la zona. Aquel golpe no sólo era un acto delictivo, sino un desafío abierto al sistema de seguridad nacional.

Aunque las comisiones mixtas llegaron al lugar, la oscuridad no les permitió hacer mucho y tuvieron que esperar que amaneciera.

Mientras, los policías investigaban quiénes pudieron ser los responsables, analizaron qué personal estaba en la empresa cuando llegó el dinero.

Desde el aire

Apenas aclaró, los funcionarios se adentraron a los cañaverales, pero no lograban observar nada. Minuciosamente buscaban por toda la zona y desde Barquisimeto salió un helicóptero para prestar apoyo a los uniformados.

Pero minutos antes de que se escuchara al helicóptero sobrevolar, los funcionarios habían localizado en el fundo El Guayebo, cerca del parque natural Quibayo, la unidad 2056 en el que se encontraba una parte de las bolsas con el dinero robado, aunque la ventanilla auxiliar estaba abierta, por lo que presumieron que los hampones sacaron algunas de ellas para huir.

Los tripulantes del helicóptero continuaron con la búsqueda del segundo blindado y no fue sino hasta pasadas las 9:00 de la mañana que lograron dar con este vehículo.

Los militares descendieron de la aeronave y dispararon al aire, pues creían que los delincuentes estaban en el sitio, pero al corroborar que no se encontraban allí lograron inspeccionar el vehículo y dieron con otra parte del dinero.

Le meten lupa

Los funcionarios en medio de las investigaciones lograron determinar que en el caso hubo complicidad interna, pues a la empresa no podían ingresar personas extrañas.

Para ese año, se supo que Alirio Vargas, vigilante que estuvo de guardia, fue quien abrió las puertas a los maleantes y sólo les pidió a ellos «no los maten, amárrenlos», teniendo consideración con sus compañeros de trabajo, lugar en el que tenía siete años.

De hecho, el vigilante habría desaparecido al momento que los asaltantes cometieron el robo.

Los funcionarios citaron a trabajadores para interrogarlos. Identificaron que hubo complicidad interna, detuvieron a varios implicados, pero otros lograron escabullirse.

Con retrato hablado buscaban a implicados en el caso

Los cuerpos de seguridad buscaban a los implicados del robo con retrato hablado. Al principio, la ubicación se centraba en el trabajador de la empresa porque a través de él podían llegar a los otros delincuentes.

Luego de 15 días y tras las investigaciones, los funcionarios lograron determinar que los maleantes se llevaron en bolsas 161 millones 140 mil bolívares, dinero que, a juicio de los uniformados, pudo haber estado escondido entre la siembra de caña.

Este asalto mantuvo a los barquisimetanos muy al pendiente de las noticias, pues fue un robo multimillonario.

Según los testimonios de quienes recuerdan el caso, los delincuentes «no sabían qué hacer con tanto dinero», algunos de los implicados, supuestamente, cayeron tras las rejas porque compraban bienes en efectivo.

Para ese año, los medios de comunicación no precisaron la cantidad de detenidos.

Historia se repite 16 años después en Bolívar

Un camión blindado que transportaba 1.700 millones de bolívares (unos 395 millones de dólares), en el estado Bolívar, fue asaltado en septiembre de 2011 por un grupo de seis delincuentes, quienes aprovecharon que el chofer del vehículo se estacionó en la vía pública a comprar empanadas para desayunar y así atacar. 

Se supo que ese año, los delincuentes, que se encontraban en un vehículo cercano a la venta de empanadas, se enfrentaron a tiros con los integrantes del equipo de custodia, matando al copiloto del blindado y dejando a otro custodio herido.

Para ese momento, los funcionarios que investigaban el caso presumen que en el hecho hubo complicidad por parte de la empresa de transporte de valores, esto debido a que se violó el protocolo de seguridad que se sigue en estos casos.

Hace cuatro años se cometió otro robo millonario, pero esta vez en Caracas. Un camión blindado del Banco Occidental de Descuento (BOD), que trasladaba una remesa de casi 70 mil dólares, fue interceptado en el sector La Florida de la parroquia El Recreo.

La remesa en moneda extranjera fue retirada de la bóveda del Banco Central de Venezuela (BCV), para ser llevada a la sede principal del BOD.

De este caso, lograron detener a tres implicados.

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