La prevalencia de ansiedad y depresión (inestabilidad emocional) recalcada por la Sociedad Venezolana de Psiquiatría a mediados de 2024, se ve corroborada por especialistas, quienes confirman una incidencia de aproximadamente 50% en sus consultas. Además, estas condiciones figuran entre las causas más comunes de disminución de la libido, afectando a un estimado de 70% de las mujeres y provocando problemas de erección en un promedio de 30% de hombres menores de 30 años. La inestabilidad emocional resultante genera una falta de interés sexual que puede conducir al deterioro de matrimonios y relaciones de pareja.
Los psiquiatras enfatizan que esta inestabilidad emocional y que repercute en la salud mental tienen causas multifactoriales, en las que la precariedad socioeconómica puede ser un factor preponderante. Destacan que cada diagnóstico presenta particularidades y se aborda de acuerdo con la clínica o los síntomas específicos y que conllevan a la inestabilidad emocional. Sin embargo, es evidente que la ansiedad y la depresión son los trastornos más comunes en las consultas. Si no se busca atención y apoyo profesional a tiempo, estos trastornos pueden conducir a ideación suicida; es decir, a considerar seriamente atentar contra la propia vida.
La psiquiatra, María José González, dijo que maneja en su consulta por cada 10 pacientes cinco tienen sensación de ansiedad. Precisa que en la mayoría de los casos, expresan la preocupación por el riesgo de perder la estabilidad económica, ese miedo de no poder seguir cubriendo sus necesidades básicas y en el caso de jóvenes, por no poder cubrir sus expectativas de superación.
No se puede ver como normal a la ansiedad porque se puede transformar en una destructiva depresión. González percibe que los jóvenes tienen más conciencia de que necesitan buscar la orientación de un psicólogo, psiquiatra o sexólogo, mientras que los mayores de 40 años de edad suelen llegar a la consulta por la presión de su pareja, familiares cercanos o verdaderos amigos.
El cuerpo da señales en medio de la inestabilidad emocional, porque un alto nivel de angustias suele provocar insomnio, palpitaciones por un corazón muy agitado de nervios, cuerpo tembloroso o movimientos involuntarios y hasta dificultad para respirar. Se trata de sólo algunas de las advertencias del organismo.
Inestabilidad emocional provoca poco o nulo deseo
Es un nivel de desánimo, de pensamientos negativos permanentes y sin correctivos que afectan la sexualidad. Cuando se tiene una mente fresca, el organismo está dispuesto a liberar las hormonas que propicien placer y el cuerpo en disposición del despertar de sus cinco sentidos. De lo contrario, la pasión se apaga y puede llegarse al punto de no responder a la invitación de los besos ardientes y ni a las caricias que ayudan a la excitación.
Según la relación de consultas atendidas por Rigoberto Núñez, ginecobstetra y quien está finalizando su especialización en orientación sexual, hay un incremento de casos por disminución de la libido que se aproxima a siete de cada 10 mujeres atendidas e influye la falta de salud mental en el ejercicio de la función sexual. «Está pasando que toca orientarlas mucho e ir más allá de la evaluación ginecológica, porque el interés sexual queda secundario», mencionó.
Explica dos factores predominantes en las mujeres, empezando por aquellas que llevan la mayor o toda la carga económica del hogar, sintiendo que hacen falta más sacrificios y quedan consumidas en el cansancio, estrés e incertidumbre por la necesidad de seguir resolviendo el sustento de su familia, estudio de sus hijos, cubrir gastos de salud, entre otros. También se tiene a la mujer con la preocupación de entregarse de lleno al plano laboral, a crecer en su preparación académica de alto nivel y alcanzar mayores metas profesionales y en ambos casos la inestabilidad emocional es el protagonista.
Una perspectiva que pueda ser beneficiosa para el crecimiento integral, sabiendo administrar los compromisos sin descuidar su vida sexual. La inclinación de la balanza puede dejar a un lado este aspecto y dar largas o descartar la reproducción, por ser una mujer con muchas responsabilidades y sin el tiempo necesario para ser madre.
Los hombres también son afecatdos por la inestabilidad emocional
Los hombres también quedan envueltos en este problema y despierta las alertas médicas, cuando los pacientes son cada vez más jóvenes. De hecho, según Luis Caricote, presidente de la Sociedad Venezolana de Urología, en su consulta percibe un incremento desde el último trimestre de 2024 de menores de 30 años con dificultad para la erección de su pene. Estiman que viene sucediendo en tres de cada 10 hombres, sin distinción de estrato social.
Es una situación insólita en la que siempre se tuvo la incidencia de mayores de 50 años y por causas orgánicas; es decir, uno de los riesgos comunes en el adulto mayor y por alteraciones en valores de hipertensión arterial, diabetes, obesidad, alcoholismo, alguna enfermedad crónica o intervención quirúrgica. Pero en la actualidad, persiste la causa psicógena, por factores psicológicos o emocionales. Los ánimos se vienen abajo junto a los deseos y respuestas a estímulos para disfrutar de las relaciones sexuales.
Caricote menciona que no se trata de un hecho determinante, pero tiene incidencia en el nivel de frustración en el que puedan estar envueltos los jóvenes, reiterando que se tienen pequeños empresarios, emprendedores o profesionales acorralados al perder las mejores condiciones de vida, su zona de confort. «Son diversos aspectos que influyen en la vida sexual y pueden dejar indefensos a los hombres, al tener miedo de fallar», señala de esa preocupación permanente que no sólo ocupa su mente, sino que paraliza su libido.
Sienten a un hombre predispuesto, incluso más allá de su realidad socioeconómica y que puede reflejarse en miedo e inseguridad a no poder responder como hombre. Así se cohíben de actuar con libertad y están a la expectativa de si podrá cubrir las exigencias de su pareja.
«Generalmente, en una persona depresiva disminuye el deseo sexual», recuerda José Daniel Peraza, psiquiatra con especialidad en sexología, por lo que debe empezarse por trabajar en la recuperación del estado de ánimo. También menciona el riesgo de la disfunción sexual, incluso por el temor de no poder corresponder las ansias de una mujer atrevida y sensual. Las damas dejaron de ser convencionales y toman iniciativas.
Esta puede ser otra de las razones del bloqueo mental y la inestabilidad emocional masculina, sin mecanismos de defensas ante mujeres más exigentes en saciar sus bajos instintos y hacen temblar a un hombre inseguro de su potencial, más aún cuando tiene su mente colmada de tantas preocupaciones. Se ven sumergidos en el mundo de la hipersexualidad, sin tabúes y hasta desafiante, para las damas que no esperan los tradicionales cortejos.
Explica que los jóvenes suelen ser más vulnerables porque no validan y terminan negando sus emociones, al reprimirse y evitar admitir que están atravesando por un trastorno mental. El miedo es normal, porque previene, pero termina siendo nocivo cuando paraliza y deja la inseguridad. «Los jóvenes tienen poca tolerancia a la frustración y se agobian, negándose a buscar ayuda», recalca de la necesidad de identificar a la red de apoyo, de confianza que pueden comprender, escuchar y orientar hacia la ayuda especializada. Se refiere de la familia cercana, amigos y esos seres que no desestima la mínima preocupación, sino que alientan para buscar soluciones.
Ningún indicio se puede descartar cuando empieza a atacar la desesperación, la inestabilidad emocional o pensamientos eternos al momento de dormir. También suele aparecer la inapetencia, con la pérdida del apetito y demás signos de alarmas que no deberían extenderse por más de 15 días.
Los expertos coinciden en que la salud mental es el pilar para el bienestar personal, que se debe pensar en afirmativo y buscar opciones para resolver ante las adversidades así como revertir los efectos de la inestabilidad emocional. Todo tiene solución y se debe tener conciencia de la capacidad para ello.