Cifras de la Encuesta sobre Condiciones de Vida de la población universitaria de Venezuela, publicada por el Observatorio de Universidades (OBU), revelan que el 69% de los estudiantes de educación superior deben trabajar para costear sus estudios. El resto (31%), sigue formándose porque cuentan con el apoyo económico de sus padres o de familiares y amigos que viven en el exterior.
«Las razones son porque el 86% no cuenta con transporte universitario. Nueve de cada 10 no tiene la opción de becas económicas ni bonos del Estado, y quienes tienen becas el último pago fue de 5.24 dólares, un monto irrisorio», argumentó Calor Meléndez, director de OBU.
Ariel Pérez estudia octavo semestre de arquitectura en la UCV núcleo Barquisimeto, y comentó que desde que estaba en el sexto semestre ha tenido que trabajar para ayudar a sus padres con los gastos. «Trabajo en una oficina de un arquitecto, pero el horario es flexible para poder seguir estudiando. Eso hace que la remuneración también sea baja. Son los sacrificios para culminar la carrera», expresó.
La condición que tienen los jóvenes de tener que trabajar y estudiar a la vez hace que por limitaciones de tiempo tengan que inscribir menos materias por semestre de la que establece el pénsum académico y les genera retrasos.
«Una carrera que debería durar cinco años, se convierte en seis años, porque hay alumnos que inscriben una o dos materias. También sé de casos de estudiantes que solicitan ante las autoridades un permiso de no cursar el semestre. En la UCV no se puede congelar la carrera, te dan un permiso para retirarte solamente por un semestre. Algunos lo hacen para reunir dinero y después seguir estudiando, porque la carrera de arquitectura es cara por los materiales que se requieren para hacer las maquetas», destacó.
Erick Suárez es licenciado en Administración, pero desde un tiempo cursa la carrera de Economía en la UCLA. «Estoy en el cuarto semestre, pero puedo asegurar que un tercio de mi promoción debe trabajar para pagar sus estudios», exclamó. En su caso, trabaja en una oficina contable y afirma que debe cumplir horarios laborales de noche o los fines de semana para cumplir con su horario de clases.
60% de estudiantes han abandonado las aulas
Carlos Meléndez indicó que actualmente en el país no hay cifras oficiales sobre la deserción estudiantil en universidades públicas y privadas, pero OBU ha realizado estimaciones. El informe más reciente lo dio a conocer el Ministerio de Educación Universitaria el 30 de marzo de 2022, señala que en 2008 el país tenía 2.165.997 bachilleres inscritos en educación superior, pero en el 2022 había 499.840 menos estudiantes, una reducción de 23% según. «Pero declaraciones que hizo el rector de la ULA, Mario Bonucci, en 2021, señalan que en esta universidad el 60% de los estudiantes ha abandonado las aulas», destacó.