El Guaro Mirón | LA PRENSA.- El monte invadió Cabudare, las islas se encuentran repletas, tanto así que ni deja pasar a los transeúntes, quienes van en carro les va peor porque ni pueden ver hacia el otro extremo.
Yo iba muy tranquilo con mi amigo Pascual, él concentrado manejando y yo en fijo mirando por la ventana, cuando de la nada me fui, creí que iba camino al campo, pues el monte en la isla hace que desconozcas a Cabudare. La que más me preocupó fue la avenida Universidad, porque hasta el paso peatonal está lleno.
Yo en mi transcurso me tuve que bajar del carro para asegurarme de que era Cabudare, porque no lo creía, pues se caracterizaba por ser un lugar ordenado. Creo que hasta culebras deben haber porque la cantidad de montarral es inmensa y lo peor es que tiene agua empozada, el criadero perfecto para los zancudos, si no se hace algo puede llegar el dengue en lo que menos cante ungallo, porque esos patas blancas no perdonan a nadie.
Mailin Graterol, una conocida que tiene un kiosco cercano a la calle, me dice que ese monte crece y crece y nadie lo limpia, también me comentó que solicitaron ayuda por medio de los consejos comunales y ni les pararon.Le hago un llamado a Barreras, para que por favor haga algo.