José Najul | LA PRENSA.- En la Alcaldía de Iribarren renuncian un promedio de cinco profesionales a la semana. El incremento se ha acelerado a coro con el deterioro del poder adquisitivo, producto de los golpes provocados por la inflación, la escasez y el desabastecimiento.
Édgar Torrealba, miembro del sindicato de trabajadores de la Alcaldía, asegura que no sólo el Ejecutivo local, sino muchos poderes públicos se están “desprofesionalizando” por la fuga de talentos.
Incluso quienes elaboran los presupuestos, los técnicos encargados de áreas sensibles para el desempeño de la labor pública, se están yendo, porque comprenden la situación”, explica el dirigente sindical.
No obstante, no sólo se afecta la dimensión interna del funcionamiento, sino también el impacto que esto genera en la sociedad. Hay muchos institutos y organismos cuyas actividades originarias se han desvirtuado. Un ejemplo concreto sería el caso del Instituto Municipal de la Vivienda (IMVI) o la Fundación Regional de la Vivienda (Funrevi) que en lugar de construir soluciones habitacionales, se dedican a entregar materiales.
Es por el problema presupuestario, pero también por la carencia de personal calificado”, dice.