José Miguel Najul | LA PRENSA.- Es una mezcla de temor y convicción totalitaria y autocrática lo que ha motivado al Gobierno nacional para señalar a Voluntad Popular como una organización violenta que está promoviendo conflictos en el marco de la manifestación que ha convocado la Mesa de la Unidad Democrática (MUD).
Oficialismo se concentra en Caracas
Lo señala Alexánder Camacho, dirigente regional de VP, quien asegura que el chavismo ha erigido un andamiaje “para desvirtuar el contenido pacífico de la marcha, buscando inocular temor y miedo en el pueblo, diciéndoles que serán objeto del terrorismo de unos grupos violentos, cuando son ellos los que están criminalizando la protesta democrática”.
Camacho considera que, como el Gobierno ha visto descender sus índices de popularidad, hasta darse de bruces contra el 80 % del pueblo que pide su salida, “está utilizando técnicas de intimidación para amedrentar el cambio”.