El Guaro Mirón | LA PRENSA.- Tremendo dolor de cabeza me dio al visitar la comunidad Las Tinajitas, y es que el olor del desborde de aguas negras es inaguantable, si a mi me dio así, no quiero imaginar como están los residentes de estás calles que están convertidas en un río piche desde hace más de cinco años.
Luis Querales, uno de los vecinos del sector, me cuenta que este problema cada vez es peor, porque en diferentes ocasiones la hidrológica del estado se acerca al lugar pero la reparación sólo es un alegrón de tísico, pues dura menos de una semana.
“Nosotros no aguantamos, las narices nos arden y más cuando el sol pega, el olor es peor”, lamentó mi pana Querales, y es que lo comprendo porque duré menos de treinta minutos en la comunidad y duré dos días con un dolor de cabeza que no se me quitaba.
En la comunidad hay más de 120 familias las que se ven afectadas por este bendito problema, el agua estancada ya presenta un aspecto negro y verdoso por lo que casi nadie sale y si lo hacen es en carro, a quienes les toca caminar, algunos se colocan bolsas plásticas en los pies porque el agua y el mal olor queda impregnada en sus zapatos.
Espero que Hidrolara haga algo con este problema que nadie se lo cala porque además es causante de enfermedades.