Gabriel Grisanti | LA PRENSA.- Carlos Luis Valera Aguilar, de 27 años, oriundo de la población de Quíbor, tenía abultada su hoja de antecedentes penales, por haber cometido delitos tales como homicidio, extorsión, robo agravado, secuestro, porte ilícito y alteraciones de seriales en armas de fuego.
También asociación para delinquir, uso de adolescente para delinquir y lesiones personales. Según fuentes policiales, el joven estaba dando muchos problemas como privado de libertad en el Centro de Coordinación Policial “Jiménez” de la Policía del estado Lara.
Quería convertirse en el líder de los calabozos, y pese a sus intentos de posicionarse en ese recinto de detención preventiva, no lo logró.
Lo trajeron hace ocho meses a la popularmente conocida como “Comisaría 22”, ubicada en la carrera 17 con calle 11 de Barrio Unión, una de las dos estaciones enlazadas con el CCP “Unión” de la Policía del estado Lara.
Allí, también quiso aplicar su fórmula de ganarse el poder, pero sus ansias de liderazgo le costaron la vida.
Ayer antes de las 2:00 pm, durante una reyerta interna, Carlos Luis Valera Aguilar (27) fue decapitado en un acto de ensañamiento. Lo rajaron del lado izquierdo de su torso, entre el pecho y el abdomen.
No conformes con eso, lo apuñalaron y provocaron otras heridas con diversos objetos filosos.
Afuera de la estación policial Unión, desde antes de la 1:00 pm había madres, esposas y otros familiares de los privados de libertad expectantes.
Ya tenían la confirmación del deceso de Carlos Luis, uno de los 67 detenidos del lugar; sin embargo, desconocían que fue víctima de decapitación.
Una comisión de funcionarios de la División de Investigaciones contra Homicidios del Cicpc coordinó el traslado de su cuerpo a la morgue del Hospital Central Universitario “Doctor Antonio María Pineda”.
Estaban en la estación representantes del Ministerio Público que acudieron a constatar lo ocurrido.
Al recinto forense fue ingresado a las 4:50 pm (ayer).
Desde el organismo policial regional, han reforzado el resguardo de los diferentes calabozos para evitar que un hecho como este vuelva a ocurrir. En custodia de Polilara hay 1.197 privados de libertad por diversos delitos.