William Croes | LA PRENSA.- Los puestos en los estacionamientos privados subieron sin control. Las nuevas tarifas no son uniformes y las fijan los dueños o encargados de cada parqueadero. Las personas ahora lo piensan dos veces para estacionarse, porque una hora cuesta entre 150 y 250 bolívares.
La regulación en los precios por hora de los estacionamientos terminó en el 2014, pero fue en el último semestre de 2016 cuando se disparó el costo de la hora en 1.388 %. A principios de año, en algunos estacionamientos todavía cobraban 13.44 la hora, pero ahora pasaron a cobrar lo que cuesta equipar un tanque de gasolina de 95 octanos.
“Quedé sorprendido, de broma pude cancelar el ticket porque no disponía de tanto efectivo”, expresa Saúl Machado, un señor que por permanecer dos horas en un estacionamiento de un centro comercial del este de la ciudad canceló 480 bolívares, lo que cuesta casi una lata de pepitonas o un pan canilla.
En la mayoría de las casetas de cobranza de los estacionamientos o taquillas de pago en centros comerciales no se especifica el costo de la hora. Es cuando el conductor da el ticket a la persona que se entera del monto que, por lo general, termina frunciendo el seño, porque lo consideran excesivo.
Los usuarios de los parqueaderos expresan que el precio de la hora de estacionamiento es excesivo y que no se ve representado el aumento con la calidad del servicio que prestan en algunos espacios donde ha proliferado el robo de baterías, reproductores de sonido y demás partes de los vehículos que allí permanecen.
Sobreviven a la crisis
Pedro Gutiérrez, encargado de un estacionamiento en el centro de la ciudad, expresa que el aumento ha ayudado a mantener el negocio abierto ante la crisis de repuestos e insumos que atraviesan todos los parqueaderos de la ciudad.
“Con todo y eso (aumento) nuestro margen de ganancia sigue siendo mínimo, menos del 30 %”, señala Gutiérrez, quien añade que gasta una buena parte de sus ingresos en el pago del personal y en el mantenimiento de las máquinas.