Cristina Linárez | LA PRENSA.- “Llevo ocho meses esperando por la bombona de gas‘ expresó molesto y desesperado Roy Reverón, en las afueras de la sede del Gas Comunal del centro de Barquisimeto cuando por cuarta vez fue a reclamar por la larga espera.
Escuchar de quien está del otro lado de la taquilla que “la bombona le llegará de ocho a 15 días” desespera a los guaros, quienes sin esperanzas salen de la sede diciendo que eso significa esperar más de un mes.
Lo que le ocurre a Reverón es similar en cientos de clientes que acuden a esta oficina ubicada en la carrera 19 entre 30 y 31 y sale con una cara muy larga porque manifiesta que el servicio ha desmejorado demasiado.
Una muestra de esto son las más de 300 protestas de calle registradas en Lara en 2016 y el desespero de las personas ha llegado hasta el punto de secuestros de camiones repartidores de bombonas.
Jesús Linárez, consultado, asegura que a veces pide la bombona en la sede porque se cansa de llamar y no logra hacer el pedido. Y cuando pasa el camión por su casa venden la bombona de 18 kilos hasta en 3 mil bolívares, cuando cuesta 250 bolos. “Deben ponerle la lupa a los reparten el gas” pidió molesto Linárez.
Los puntos de venta en diversos sectores están casi quebrados. Quienes usan sus locales o casas para ofrecer bombonas confiesan que no hay ganancias, debido a que el camión les surte en pocas cantidades y mucha gente se queda sin poder comprar.
“Cuando de milagro llega el camión la gente se vuelve loca y luego se molesta porque no alcanza para todos” expresa Víctor Riera, quien aseguró que le ha tocado pagar demás por la bombona de gas porque no logra comprar cuando llega por su comunidad “la gente se aprovecha de la necesidad de otros” precisó.
La desesperación ataca a los que están cansados de esperar, de hacer colas y reclaman sin resultado y han hecho protestas en diversos centros de distribuciones de gas de la ciudad para lograr comprar.
“Parece el tesoro perdido” dijo Elbia Oropeza quien expresó que ha hecho colas por muchas horas en las sedes para poder comprar un cilindro.
Los afectados por la situación dicen que desde hace dos años la distribución del gas fue empeorando, y parece no mejorar. Exigen que se resuelva el problema porque están pasando mucha roncha.