EFE | LA PRENSA.- Las autoridades saudíes ejecutaron hoy a cuatro personas condenadas por “actos terroristas” en la provincia de mayoría chií de Al Qatif, en el este de Arabia Saudí, informó la televisión estatal Al Ijbariya.
El Ministerio saudí del Interior identificó a los cuatro condenados a muerte en un breve comunicado, difundido por el canal de noticias oficial.
Uno de ellos, Zaher al Basri, fue encontrado culpable de disparar contra una comisaría y patrullas de la policía, y de ofrecer entrenamiento a otros terroristas en el manejo de armas y lanzamiento de cócteles molotov.
El segundo, Yousef Ali al Mishejas, fue condenado por abrir fuego dos veces contra una comisaría y herir a un agente de seguridad, además de ofrecer apoyo a otros sospechosos y dar información sobre el movimiento de los uniformados.
Un tercer hombre, Mahdi Mohamed Hasan al Sayej, fue acusado de disparar a los uniformados y poseer cócteles molotov, armas y municiones, y de haber recibido entrenamiento junto a un grupo de “terroristas“, además de consumir y vender drogas.
Por último, Amgad Nagy Al Moaibad fue ejecutado por “desestabilizar la seguridad” del país y “planificar un ataque” contra la comisaría de la isla de Tarut.
Al Qatif es una zona de mayoría chií, comunidad que representa en torno al 10 % de la población en Arabia Saudí, y suele ser escenario de enfrentamientos entre las autoridades y aquellos que denuncian la marginación y represión de los chiíes.
La mayoría de las ejecuciones en Arabia Saudí se producen mediante decapitación con sable.
Las organizaciones de derechos humanos han denunciado que desde la llegada del rey Salman bin Abdelaziz al trono saudí, en enero de 2015, se han multiplicado las decapitaciones, que pasaron de 88 en 2014 a 158 en 2015 y a 153 en 2016.