AFP | LA PRENSA.- La migración de venezolanos que llegaron a Perú en los últimos dos años huyendo de la crisis social que golpea a su país sigue en aumento y superó en junio los 353.000, informaron el viernes las autoridades peruanas.
“Según los registros son ya más de 353.000 ciudadanos venezolanos que tenemos en el territorio nacional”, dijo el Superintendente Nacional de Migraciones, Eduardo Sevilla, en declaraciones a la radio RPP.
Las autoridades migratorias habían cifrado, a mediados de mayo, en 280.000 la cantidad de venezolanos que permanecía en Perú.
La ola de migrantes se disparó en los dos últimos años: según cifras de Migraciones, en Perú había 6.615 residentes venezolanos en 2016.
La gran cantidad de venezolanos que se encuentran en Perú ha obligado a que las oficinas de migraciones atiendan las 24 horas del día en forma continua para que puedan formalizar su estadía y poder trabajar legalmente en Perú.
“Estamos atendiendo 24 horas desde el día 30 de mayo a un ritmo de 2.200 citas (diarias) para ciudadanos venezolanos”, aseguró el funcionario.
Los trámites pueden durar algunos meses, lo que explica que hasta la fecha cuenten con permisos temporales de residencia unos 55.000 venezolanos, según el Superintendente de Migraciones.
La demora se explica porque las autoridades peruanas cruzan información con la Interpol y países vecinos, como Colombia, para averiguar si los venezolanos que desean permanecer en Perú tienen antecedentes policiales.
La gran mayoría de migrantes tienen “calidad migratoria turista”, que permite permanecer seis meses en el país y eventualmente conseguir un permiso laboral extraordinario de 60 días renovable.
El flujo diario de venezolanos que llegan a Perú creció notablemente desde febrero, cuando se reportaron entre 2.200 y 3.000 ingresos por la frontera terrestre peruano-ecuatoriana. En 2017, ingresaban 800 venezolanos al día.
En marzo pasado, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) exhortó a los países de la región a facilitar la migración de venezolanos forzados a huir de su país como “estrategia de supervivencia”.
La CIDH atribuye este éxodo a “violaciones masivas de los derechos humanos”, “violencia e inseguridad” y “persecución por opiniones políticas”, así como a la escasez de alimentos y medicinas y el incumplimiento del pago de pensiones, entre otras razones.
El número de venezolanos que solicitaron ser reconocidos como refugiados aumentó en 2.000% desde 2014 en todo el mundo, principalmente en los países de las Américas desde el año pasado, informó en marzo el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR).