Euseglimar González | LA PRENSA.- No ha pasado ni un día en el que Gisela Gil no recuerde a su hijo Eyker Daniel Rojas (20), quien fue asesinado un día como hoy durante las protestas en contra del Gobierno nacional en 2017. La madre del joven recuerda la muerte de su muchacho como si fuera ayer. Sus ojos se inundan de lágrimas al recordar ese momento.
“Pensé que de la muerte de mi hijo nadie se iba a recordar”, se le entrecorta la voz a Gisela y de una vez agrega que luego de eso no ha sido fácil seguir adelante. “Se desprendió la rama de un árbol y caí muy duro”, expresa como metáfora al dolor que siente.
Eyker recibió un disparo en el pómulo derecho con salida en la occipital derecha —debajo de la cabeza— y la bala se le alojó en el hombro derecho. Al joven lo hirieron el 26 de abril a las 9:30 de la noche en la calle 61 con carrera 15. Su madre recuerda que Eyker estaba en la esquina de su casa en la 60 con 13. “Allí estaban protestando, pero él decidió irse junto a unos amigos para la Plaza Miranda”.
Gisela une sus manos y mira al cielo, suspira y relata que no transcurrieron ni 20 minutos que Eyker se había ido cuando comenzaron a tocarle la puerta. Era un vecino, lo único que recuerda de ese momento fue cuando le dijo: “Gisela, creo que mataron a tu hijo”.
“Salí corriendo hasta la Plaza Miranda y ya no estaba. Me dijeron que estaba herido, pero que se lo habían llevado al Seguro Pastor Oropeza y me fui hasta allá, no me importó la hora”, relata.
Gisela llegó desesperada buscando a Eyker, pero nadie le daba respuestas. Minutos después se le acercó una doctora y le pidió que “no fuera a hacer escándalos”, pero que su hijo estaba muerto. Detalla que ella lloró muchísimo, pero pensó “y si no es mi muchacho, si yo estoy llorando a otro”. Se secó las lágrimas y pidió ver el cuerpo del joven. Apenas ingresó a la morgue le vio los pies a un cuerpo que tenía el torso y la cara tapada. De una vez confirmó lo que temía. Con tan sólo verle sus pies supo que era su niño.
Ha pasado un año desde la muerte de Eyker y hasta la fecha no hay ningún militar detenido. El Ministerio Público ordenó la aprehensión de cuatro GNB quienes, supuestamente, fueron los que le dispararon al joven.
“Meses después dejé de ir a fiscalía, la muerte de él quedó impune porque Eyker era pobre y para nosotros no hay ley”, dice Gisela y llora, mientras su hijo menor le acaricia su brazo izquierdo.